En video | Cero y van cinco: se hunde placa en barrio de Santa Marta
Vecinos del barrio Alejandría piden al Distrito adelantar un estudio geológico para saber las causas de los “cráteres” que se forman desde el 2006 en el sector.
En la urbanización Villa Alejandría de Santa Marta, los moradores de la carrera 19 no duermen tranquilos desde hace trece años.
“Dormimos con un ojo abierto y el otro cerrado”, coinciden al referirse al pánico de “convivir” con las placas del pavimento que desde el 2006 a la fecha se han hundido en cinco oportunidades en la 19 y sectores aledaños.
Y ayer volvió a pasar: el “rugido” del pavimento levantó de sus camas a los vecinos de la manzana CH.
“Corrimos y cuando nos asomamos a la calle observamos que la placa de concreto de una de las calzadas se hundió”, narró Martina Polo, una de las residentes del barrio.
Se refería al enorme “cráter” de cinco metros de profundidad y diez de longitud.
Para los vecinos del sector, esta tragedia la habían advertido desde octubre pasado cuando dieron aviso a las autoridades administrativas y a la Procuraduría Provincial. La medida que adoptaron fue encerrar con una cinta amarilla para adverir el riesgo en el área de la placa con desperfecto.
“Esto está pasando de castaño oscuro”, dijo Ruby Espinosa, vecina del lugar, quien se quejó de la indiferencia estatal para solucionar el grave problema.
Aníbal Pérez sostiene que esta es una preocupación de todas las familias residentes en el barrio. “Esto es la evidencia de lo que ocurre cuando se hace un proyecto y no se ejecuta todo y es el resultado de las malas administraciones en las empresas de servicios públicos”, precisó.
Para Martina Polo las viviendas se están desvalorizando, de ahí que es común ver un gran número en arriendo y en venta. “Hay muchos propietarios que tienen temor de vivir aquí”, anotó.

Para Carmen Gutiérrez “la solución no da espera”. “Ayer fue adelante, hoy se hundió aquí y después quien sabe dónde será”, comentó.
Aunque la comunidad ha exigido un estudio geológico a fondo, lo mismo que de suelo, hidrológico y una evaluación hidráulica, a la fecha nada se ha realizado.
Sin embargo, expertos han emitido su concepto, aunque aclaran que solo la verdad la tienen los estudios especializados.
Jaime Avendaño, director de la Oficina de Gestión de Riesgos y Cambio Climático, señaló que “es un problema de socavación o disminución del relleno en la zona. “Todo el material que debe sostener la placa de la malla vial no está, ha desaparecido por lo que el tráfico constante de carros hace que la placa ceda”, precisó, al tiempo que aclaró que el problema no es causado por la tubería y que el agua que se observa en el fondo del cráter es porque la tubería se partió al ser impactada por el concreto de la losa desprendida. Dijo que a corto plazo lo que hay que hacer es “reparar el tubo, echar relleno y volver a tirar la placa”.
El ingeniero Jesús Sandoval, manifestó que – según lo que él ha conocido – las casas las construyeron sobre un relleno y están dentro de la ronda hídrica del río Manzanares, lo que produce fallas en el terreno por escorrentías subterráneas.

Miguel Corvacho, vicepresidente de la junta de acción comunal de Villa Alejandría, manifestó que “esta es una responsabilidad de los organismos de control del Distrito, incluyendo planeación y la Curaduría Urbana”.
Anotó que muy a pesar de que el caso cursa en la Procuraduría Provincial despacho al que se le hizo llegar una queja, no ha sido posible intervenir la zona.
“No obstante que la Procuraduría ha realizado los trámites para actuar en prevención y recopilación de los elementos probatorios para encontrar mérito a un proceso disciplinario, nosotros seguimos sufriendo las afectaciones tantas veces manifestadas y que van a seguir sucediendo por los comportamientos pasivos de estas entidades”, apuntó el líder comunal.
En los años 2006 y 2007 en la vía secundaria entre las manzanas A y B, se presentó el colapso de sendas placas, siendo reparado el daño por la extinta Metroagua.
En septiembre del 2014, entre las manzanas B y X, la placa de concreto cedió ante el paso de un vehículo recolector de basuras, el cual terminó cayendo a un profundo hueco.
Dos trabajadores que iban en el camión quedaron en medio de la tierra y partes de una tubería. Uno de ellos sufrió desprendimiento en sus genitales y fractura de clavícula; mientras que el otro presentó golpes.
En mayo del 2018, nuevamente el terreno cedió y ahora este nuevo evento.