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El robo de las pertenencias a 20 turistas colombianos que se recreaba en una playa de la zona de amortiguación de Parque Tayrona, echó al traste con la buena estadística de seguridad que se registraba desde el inicio de la Semana Santa en la capital del Magdalena.

El hurto de bolsos, dinero y celulares, habría sido producto del descuido de los bañistas y la irresponsabilidad del guía que los condujo hasta allí, pues la playa – a 30 minutos de Bahía Concha - no está vigilada por la Policía y no figura en los esquemas de atractivos turísticos previstos para el desplazamiento en grupos.

De acuerdo con el reporte de la Policía Metropolitana de Santa Marta, el acto delincuencial sucedió a la una de la tarde de este viernes en la Playa Bonito Gordo, donde comienza el Parque Tayrona y a la que se llega en lancha o por un camino desde Bahía Concha o desde Taganga.

Sus aguas transparentes y sus formaciones coralinas la hacen ideal para el careteo, actividad recreativa que sin las mayores exigencias del buceo, permite ser testigo de las maravillas del mar desde la superficie, como quien observa un acuario traspasando las barreras de vidrio.

Los turistas, en su mayoría oriundos de Bogotá, abordaron una lancha la cual hizo dos viajes hacia el lugar y estando allí se dedicaron unos a caretear y otros a nadar. Por tal motivo dejaron sus pertenencias en la arena.

En el sitio aparecieron 4 hombres que de manera rauda recogieron todo cuanto hallaron a su alcance y huyeron con rumbo desconocido.

De acuerdo con la información entregada por la comandante de la policía metropolitana de Santa Marta, coronel, Sandra Vallejos, 'la playa es aislada y no tiene custodia de policías, pues no es visitada por turistas'.

Comentó que en desarrollo de las investigaciones se cuenta con el nombre del guía, lo cual es un elemento importante para el inicio de la averiguación, pues ellos (los guías) conocen a los lugareños y seguramente 'tendrá información de quienes podrían ser los autores del robo'.

Se aclaró que no fue un atraco bajo amenazas, ni prsiones con armas, sino un robo de delincuentes a quienes se les dio la ocasión.

Se indicó que el monto de lo hurtado estaría en una cifra cercana a los 8 millones de pesos, pues había celulares de alta gama y una suma no despreciable de dinero en efectivo.