Con el objetivo de evaluar la situación que provocó incertidumbre entre los pobladores del sur del departamento debido al aumento en el nivel del Canal del Dique, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, visitó ayer Santa Lucía, donde escuchó las inquietudes de la comunidad y posteriormente intercambió consideraciones con miembros de su equipo de gobierno.
Sobre la necesidad de contrarrestar las filtraciones en ese punto de la subregión, el mandatario manifestó que hará un 'llamado de urgencia' al Fondo Adaptación durante la reunión que sostendrán hoy.
'Estamos viendo lo que ocurre en la zona en materia de filtraciones para que se avance rápidamente en la protección de la vía. Ahí es donde nos tenemos que concentrar para que las obras de fortalecimiento de la base se hagan lo más pronto posible', apuntó el gobernante.
Luego de atender las inquietudes de la comunidad, Verano señaló que existen razones –como la devastadora inundación de 2010 en el ultimo año de su primer mandato– para permanecer precavidos y que ante la mínima señal de alarma las autoridades evaluarán con minuciosidad la circunstancia para evitar una calamidad.
De la misma forma, sostuvo que el contrato suscrito por el Fondo Adaptación para menguar las probabilidades de inundación en zonas pobladas contiguas al Canal del Dique está en 'etapa de cierre financiero y licencias ambientales'.
En relación con las obras requeridas para corregir las filtraciones, el mandatario expresó que lo idóneo es crear un muro de contención. No obstante, dijo que los trabajos que adelanta la entidad adscrita al Ministerio de Hacienda son de mitigación en el otro costado de la vía.
Sobre las labores de monitoreo en la zona, afirmó que 'el Atlántico aprendió que tiene que estar permanentemente vigilante' para afrontar cualquier episodio de emergencia.
Incertidumbre
Hernán Villa Polo, habitante de Santa Lucía, manifestó que él y sus vecinos esperan que los entes territoriales y el Fondo Adaptación atiendan su llamado y realicen los trabajos requeridos para evitar una 'erosión mayor'.
Según Villa, la llegada de las lluvias agudiza las fisuras internas profundas que, pese a no ser visibles, ocasionan daños a nivel subterráneo. 'La preocupación nuestra es que se vuelva a romper la barrera y por eso pedimos al Estado que sea proactivo', agregó.
Solís Tano, el primer campesino afectado por las anegaciones de 2010, dijo que les inquieta sobremanera el acelerado aumento del nivel del Dique, máxime porque desconocen la magnitud de las filtraciones. 'Lo que más nos preocupa es pensar en que se repita una emergencia como la de 2010, ningún campesino del sur del Atlántico podría soportar otra inundación', afirmó.