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La calle 20 de Ponedera, en el barrio La Pachita, se ha convertido en un sembradío. Los vecinos, cansados de esperar a que les arreglen la vía, decidieron sembrar maíz, yuca y plátanos, 'para aprovechar la tierra mientras pavimentan', expresan con ironía.

Aunque la situación, reportada a través de Wasapea a EL HERALDO, parece sacada de una novela de Gabriel García Márquez, los habitantes aseguran que su problema 'no tiene nada de macondiano' y la realidad, más allá de la ficción, los empujó a protestar de esta manera inusual.

Hugo Peralta, tendero de 39 años, explica que no son personas violentas y por eso no salieron a quemar llantas en la carretera, 'como hacen otros'. Por el contrario, considera que 'la toma simbólica' puede ser más significativa.

'Nos sentimos acorralados porque no podemos salir a ningún lado. Las ventas en las tiendas han bajado. Afortunadamente nadie se ha enfermado, porque la ambulancia no tiene por donde entrar', se queja el comerciante.

Dairo Martínez, presidente de la Junta Administradora Local (JAL) del barrio, señala que la alcaldía del municipio adjudicó la pavimentación a la Concesión Vial Montes de María, y 'desde hace dos meses rompieron unas 12 calles y no han regresado a completar los trabajos'.

La preocupación de los moradores del sector, es que por el pasaje destapado tienen que caminar adultos mayores y estudiantes de la Institución Educativa Comercial. 'El domingo hubo una lluviecita y esto se convirtió en un barrial. El lunes se cayeron unas 12 personas, incluyendo el rector del colegio', dice Aidé Miranda, ama de casa de 65 años.

En ese momento camina por el lugar Lizardo Manotas, de 78 años, quien sacude una de las matas de plátano para cerciorarse de que quedó bien sembrada pero el barro de la vía hace que ‘patine’, aunque logra mantener el equilibrio. 'Este es el peligro al que nos enfrentamos', apunta Miranda.

Otro de los problemas, como afirma el tendero, es que cuando llueve 'el agua se empoza y se crían los mosquitos', lo que podría generar una proliferación de chikunguña y dengue.

Similar situación

En la calle Caldas (calle 18 entre carreras 18 y 19), centro de Sabanalarga, los vecinos hicieron la semana pasada una protesta similar. Alexandra Arévalo, 32 años, explica que a finales de julio pasado una empresa contratista de la alcaldía 'rompió la calle' y no volvieron a ver a ningún trabajador.

'Se suponía que la obra estaría lista en noviembre. Apenas pusimos las matas, vinieron a trabajar. Ahora con este retraso, quién sabe cuando la van a entregar', señala Teresa Arévalo, dueña de una tienda.

En La Pachita solo esperan que su protesta funcione como en Sabanalarga y las vías estén terminadas antes de que en la calle 20 puedan hacer un sancocho con la cosecha de yuca, maíz y plátanos.