Un perro bucero, de pelo largo, sucio y pardo corre con una tráquea de vaca entre sus dientes. Huye con su trofeo de la esquina de la calle 49 con carrera E, en la Ciudadela 20 de Julio, y pasa por el frente de Luis Chacón Millán, que asegura haber encontrado la semana pasada 7 caracoles grandes en las paredes de la terraza de su casa.
Los moluscos gasterópodos han aparecido en una área verde al lado de la casa de Chacón y a unos 3 metros de un tramo del canal del arroyo pavimentado de Don Juan, en los límites del barrio Carrizal.
El jueves encontraron el último caracol, con concha marrón, negras y líneas amarillas, aferrado a la pared amarilla, que ahora amenaza con regar el moho verdoso en todo el exterior de la casa, frente al área de 3 metros.
La esposa de Chacón Millán, Amparo Amaya, cuenta que está sorprendida con el tamaño de los caracoles que llamó a su hijo. 'Él vive en Cali y es químico farmaceuta y solo me dijo: mamá ten mucho cuidado pueden ser caracoles grandes africanos, son peligrosos para la salud'.
Desde ese día, Chacón Millán asegura que otros vecinos han encontrado otros 4 y han informado a la comunidad que por favor si hay otros no los toquen.
'Mami , Camila los tocó', asegura una niña, que tiene a su alrededor otros 8 infantes.
-¿Es verdad Camila? le reclama la mamá a su hija que también está sorprendida, expande sus labios y tensiona el cuello, como de desagrado al ver al caracol metido en un frasco.
Amparo y Luis entregaron la especie a los periodistas de este diario para confirmar, con los biólogos de la Corporación Autónoma Regional (CRA), si es un caracol grande africano.
Esa área verde, señala Chacón, es uno de los motivos por el cual, la comunidad, ha permitido la aparición de los caracoles. Está cercado con alambres de púa y palos, pero su proximidad con el canal, que se desborda en la temporada de lluvias, y patios de casas, los vecinos tiran pañales desechables, con excrementos y los carromuleros echan basuras, viseras y desperdicios. 'No ha sido posible erradicar esa costumbre en 18 años que vivo en el sector'.

Una primera alerta. En Colombia el caracol africano está identificado en 112 municipios de 26 departamentos como una especie invasora y una nueva plaga que genera problema al ambiente, el campo y la sociedad.
Atlántico, Magdalena y Bolívar, según la CRA, aún no han reportado la presencia de Achatina fulica Bowdich, su nombre científico. Los expertos consideran que pudo haber ingresado al continente, como otras especies invasoras provenientes del Viejo Continente después del siglo XV que viajaron hasta aferradas a los cascos de los barcos.
Desde 1960 en América empezó la alerta y hace 23 años (1990), en Brasil, hay informaciones sobre los riesgos sanitarios del caracol africano, que fue traído de Kenya y Tanzania, y por ser un invasor no tiene depredadores.
La veterinaria y médica de la CRA y coordinadora del Centro de Reacción Inmediata Ambiental, Claudia Urbano, ve el caracol en el frasco y cree que en un 80% parece africano. El frasco, con el Achatina, fue enviado de inmediato el jueves al Instituto Nacional de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional en Bogotá. Los científicos confirmarán, con un estudio, si Barranquilla está libre o ya tiene esta plaga polífaga.
El Ministerio de Medio Ambiente solo ha emitido la resolución 654 y unos instructivos como miniguías (ver recuadros) para reaccionar ante el hallazgo de caracoles similares. Hay unos protocolos que solo es de las autoridades ambientales y de Policía, pero aún no hay una declaratoria abierta a su erradicación como la del pez león.
Hace un año la CRA recibió 'como 5 caracoles que hallaron en el Jardín Botánico de la Victoria', comenta la bióloga Ayari Rojano, que no pudieron confirmar con Bogotá si eran africanos.
En la Ciudadela, con el canal como frontera con Carrizal, los niños ya saben por el interés de Luis Chacón que si ven un caracol no pueden tocarlos.
Los que encontraron fueron arrojados al canal, afirma José Luna, que limpió el área verde contigua al canal la semana pasada. 'En 35 años que vivo en el sector nunca había visto un caracol como ese'.
Ataca cultivos
Es un vector de nemátodos del género Angiostrongylus, que normalmente está presente en los pulmones de ratas. Los humanos lo adquieren al comer caracoles crudos o mal cocinados; pueden causar enfermedades como la meningoencefalitis eosinófilica e ileocolitis.
Es una especie tropical capaz de sobrevivir en condiciones adversas que se adaptó a todos los pisos térmicos en Colombia. Su agresividad la sufren sistemas agrícolas de pequeños campesinos.
Qué debe hacer si vio un caracol
No debe tocarlo y llamar de inmediato a las autoridades ambientales competentes de su ciudad o municipio. Ellos son los únicos que pueden aplicar el protocolo. No se debe incinerar, enterrar, arrojar a arroyos o basuras.
El Damab, la CRA, el ICA, la Policía Ambiental y la línea gratis 018000110102 puede comunicarse para informar sobre la presencia de caracoles.
Las especies invasoras han sobrevivido en ambientes fuertemente modificados como los urbanos, donde no encuentran animales depredadores.