'Todas las desgracias del hombre se derivan del hecho de no ser capaz de estar tranquilamente sentado y solo en una habitación', esta frase del matemático y filósofo Blaise Pascal, escrita en el siglo 16, hoy parece alcanzar su máxima literalidad.
Las recurrentes fiestas ilegales durante la pandemia son una prueba ineludible de esa verdad atemporal. En una sociedad donde el imaginario colectivo de distracción se resume en celebración, ¿qué hacer cuándo ese 'entretenimiento' de un instante para olvidar un presente asfixiante por la Covid-19 ayuda a perpetuarlo?
Blauco Rodríguez, presidente del Colegio Médico de Uruguay, propuso una solución: que las personas que asisten a fiestas clandestinas durante la pandemia realicen trabajo comunitario en hospitales. El galeno asegura que 'es una actividad ejemplar para estas personas y así sientan lo que es trabajar en turnos de 12 a 24 horas'.
La declaración de Rodríguez generó controversia alrededor del mundo, pues el vocero de quienes están en la primera línea de batalla asegura que 'se necesitan muchos recursos en los hospitales' y que las personas 'deberían poner un poquito más como ciudadanos, dado que con su conducta descuidan a toda la población'.
La lucha del personal médico para concientizar a las personas del cumplimiento de las medidas de bioseguridad y de las autoridades para acabar con las fiestas masivas y clandestinas que ponen en riesgo la salud de las personas por cuenta de la pandemia del coronavirus afecta a la mayoría de países del mundo, y Colombia no es la excepción.
Solamente en Barranquilla, durante el puente festivo de Reyes, la Policía Metropolitana reportó que desarmaron 127 fiestas e impusieron 256 comparendos a las personas que incumplieron estas restricciones. Asimismo, en el resto del departamento del Atlántico se intervinieron 26 fiestas clandestinas, imponiendo comparendos a 380 ciudadanos que no acataron estas medidas, y seis cierres temporales a establecimientos que estaban funcionando sin la debida autorización.
Por otro lado, Antioquia presentó las cifras más altas de indisciplina social durante este puente festivo. Según informó la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, se suspendieron 2.242 fiestas clandestinas, 1.214 fueron en Medellín. En esa zona del país se aplicaron 4.108 comparendos en todo el fin de semana, 2.300 de ellos en su capital.