La Universidad Autónoma del Caribe adoptó medidas de 'fuerza mayor' para hacerle frente a la crisis generada por la pandemia. La decisión implicó ponerle freno a unos gastos considerados como 'suntuosos' y ajustar la nómina de trabajadores a la realidad financiera que vive actualmente la institución de educación superior.
En las últimas horas se materializó la medida de suspensión de los contratos de más de 200 trabajadores, la cual había sido aprobada por el Consejo Superior de la Uniautónoma, pero solo hasta ahora comenzó a materializarse. La disposición se sustenta en la medida en que estas personas están en casa 'sin hacer nada'.
Entre los contratos suspendidos están los de miembros del cuerpo de seguridad de la rectoría, mecánicos, chef, cocineros para Ramsés Vargas y los directivos de ese momento, entrenadores de fútbol, fisioterapeutas, quinesiólogos y sicólogos del equipo de fútbol que fue vendido en 2015. También mecánicos para unos carros que no existen y algunos docentes de posgrados que no tenían funciones actualmente porque no tienen estudiantes.
'El equipo de fútbol que tuvo la Autónoma lo vendieron, pero la nómina que estaba adyacente al equipo la universidad seguía pagando esos gastos suntuosos. También había una serie de personas que no estaban trabajando, que están en su casa sin hacer nada. Esto es una decisión coherente que se toma para garantizar el futuro de la universidad', explicó el rector de la universidad, Mauricio Molinares.
El directivo dijo que la suspensión de estos contratos, que fue comunicada a los ministerios de Trabajo y de Educación, le permite a la universidad ahorrarse entre $700 millones y $800 millones al mes, teniendo en cuenta que los contratos laborales oscilaban entre los 4 y 5 millones de pesos.
El rector recordó que en el Consejo Superior de la Universidad Autónoma del Caribe tienen asiento el director del Icetex y un representante de la Oficina de Inspección y Vigilancia del Ministerio de Educación.
La medida de suspensión de contratos y el proceso de revisión de la nómina de la universidad no cobija a los directivos sindicales ni al personal que está incapacitado o con licencia de maternidad.
A los trabajadores con el contrato en suspenso se les mantiene el pago de la seguridad social (incluyendo la pensión) y se les interrumpe el pago de la Administradora de Riesgos Profesionales por la condición de estar en casa sin laborar.
La suspensión será de carácter indefinido hasta que se restablezca la necesidad del servicio.
Por último, informó que han contratado los servicios jurídicos de Víctor Julio Díaz Daza para que represente los intereses de la Universidad Autónoma del Caribe y realice un estudio de la planta de personal de la alma mater para determinar el camino a seguir.
'Barranquilla y la región reconocen al doctor Díaz Daza como un abogado probo y académico, cuyos actos siempre se han ceñido a la Ley y a la Constitución, virtudes con las que coincido plenamente. Por tanto, doy fe de que nuestro actuar siempre ahondará por los caminos de la legalidad y el respeto al derecho sindical', expresó el rector.
Igualmente señaló que la universidad necesita interactuar con un 'sindicato sensato', que sea coherente con la realidad económica de la Universidad.
'Mientras existan propósitos desmedidos, la universidad no podrá sumar en sus finanzas; por el contrario, seguirá restando. Desde la alta dirección no permitiré que se pierda la confianza de la región por este tipo de conductas desproporcionadas', aseguró el rector.
Según estudio | ¿Exceso de nómina?
El Consejo Superior de la Universidad Autónoma del Caribe también aprobó la revisión de toda la planta de personal.
EL HERALDO conoció que esta decisión se tomó con base en un estudio que realizó un grupo de expertos. Según el estudio, en el momento de 'mayor esplendor' de la alma mater se tenían 17 mil estudiantes con una nómina de cerca de 400 trabajadores. Actualmente, la nómina de la institución de educación superior es de cerca de mil trabajadores para los 5 mil estudiantes que se encuentran matriculados.
Al consultarle al rector sobre estas cifras, dijo que son 'decisiones dolorosas' que se tienen que tomar para garantizar la viabilidad financiera de la universidad.