El 80% de los municipios conectados con la cuenca del río Magdalena no cuentan con sistemas o plantas de tratamiento de aguas residuales (PTAR). Así se reveló ayer durante el ‘Encuentro por el Río Magdalena’, un conversatorio organizado por la Universidad del Atlántico y la Gobernación.
En dicho conversatorio se reunieron expertos, académicos y gremios para tocar diferentes temas relacionados a la contaminación, conservación y preservación del cuerpo hídrico más importante del país.
El vicerrector de Docencia Universitaria e investigador de la Universidad del Atlántico, Luis Carlos Gutiérrez Moreno, afirmó que de los 700 municipios que vierten aguas al río Magdalena, solamente el 20% cuentan con estructuras de tratamiento de aguas residuales.
Es decir, que solo aproximadamente 140 municipios tratan el agua que vierten directamente al río Magdalena.
Gutiérrez precisó que de ese 20% que tienen Ptar, el 60% tienen deficiencias en el tratamiento del agua que va a parar al Río. 'Eso significa que es ínfimo el número de las municipalidades que están tratando el agua en el marco de las necesidades del río Magdalena, pues el agua está llegando todavía con niveles muy altos de materia orgánica, con poco tratamiento en temas de parásitos, no hay ningún tratamiento prácticamente en relación a este tipo de sustancias peligrosas', detalló el investigador.
Asimismo, explicó que en el país se han generalizado las piscinas de oxidación, que son tratamientos de tipo biológico para procesar la materia orgánica, disminuyendo la misma a través de procesos de oxidación. 'Estas bacterias nada hacen con estos contaminantes peligrosos, ni contra metales pesados, ni contra órganos fosforados, como el petróleo. En la mayoría de los alcantarillados de los municipios vierten clínicas, hospitales, bombas de lavaderos de vehículo, lo que significa que hay un coctel más allá de aguas residuales domésticas', señaló Gutiérrez.
¿Cómo nos afecta?. Gutiérrez Moreno indicó que las muestras en el río Magdalena que se hacen desde la Universidad del Atlántico se evidencia que los contenidos de contaminación son 'exagerados' para todos los casos, no solo de la actividad diaria humana, sino de las actividades industriales y mineras.
En ese sentido —detalló— se han encontrado valores que superan los estándares de concentración en determinados contaminantes. 'Hemos hecho ensayos con otros organismos que muestran en qué punto y en qué concentración estas sustancias son tóxicas y en qué concentración son capaces de eliminar procesos biológicos y determinar daños en las estructuras biológicas', alertó el investigador.
Lo anterior significa, de acuerdo con Gutiérrez, que la mayoría de organismos que se encuentran en el río Magdalena se encuentran infectados por estas sustancias. 'En muchas de las poblaciones nuestras encontramos que las personas tienen en el pelo, en la sangre y en los músculos contaminantes que obtienen del río', señaló Gutiérrez.
De igual forma, aseguró que las sustancias contaminantes en el río y en las ciénagas generan cambios en las dinámicas de los ecosistemas, lo que lleva a que las algas que naturalmente están en estos cuerpos de agua se vean afectadas, ocasionando daños en la alimentación de los peces.