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Mónica León del Río vive en Bogotá y hace énfasis en decir que es de 'estrato 6', antes de afirmar que los síntomas tras la aplicación de la vacuna contra el papiloma humano 'son reales, las niñas sufren de parálisis y disfunciones'.

Su hija es su principal argumento, y ante la situación de El Carmen de Bolívar 'me atreví a hablar porque quiero demostrar que es un tema que no viene derivado de la posición social. El tema de la pobreza no es un factor para que estas niñas se estén quejando. Lo han querido desestimar con eso'.

A su hija le aplicó la vacuna en enero de 2013, y afirma que ha sufrido desde entonces dolores articulares, pérdida de visión, vértigo y convulsiones, que han venido incrementando de manera progresiva. 'Lo reporté a la EPS Compensar. A partir de allí ha habido una serie de atenciones desintegradas. Reumatología, exámenes de laboratorio clínico, pero nunca una relación para establecer conexión con la vacunación'. Para ella, la relación es clara. Por eso dirige en Colombia una página llamada ‘Sobrevivientes de la vacuna del VPH’.

Afirma que tiene reporte de 10 casos en el país, que hoy hay dos niñas hospitalizadas en Bogotá, donde han sido atendidas 17 afectadas desde el año pasado por situaciones similares. 'Conmigo no puede alegarse psicogenia o histeria colectiva', puntualiza.

Los médicos le han explicado que los casos demuestran que hay indicios de afectación al sistema nervioso central, que lo asemejan a enfermedades como Lupus y el Síndrome Guillain Barré. Cita que en España existe una asociación de afectadas por la vacuna, que hay reportes de casos en Brasil, Perú, Ecuador, y que en India las autoridades suspendieron la vacunación con el biológico.

Anunció que solicitará acompañamiento preventivo ante la Procuraduría General. 'Es importante que se realice un test antes de aplicar la vacuna. No podemos tener certeza de que no vaya a generar enfermedades dentro de un tiempo'.