Adiós al poeta y docente barranquillero Max Rangel Fuentes
También se destacó por escribir más de 50 prólogos. Es recordado como un gran conversador.
Hay luto en el mundo de las letras y la docencia en Barranquilla por la muerte de Max Rangel Fuentes, quien murió el pasado sábado, pero solo hasta ahora trascendió la lamentable noticia.
Rangel Fuentes quien era abogado y profesor de derecho constitucional en la Universidad del Atlántico que en sus tiempos libres se dedicaba a escribir poemas.
Escribió más de 50 prólogos y fue incluido en más de seis antologías nacionales e internacionales.
Desde 1972 se mantuvo activo como escritor cuando salió una primera edición de su libro ‘Solo un sueño’. En el 2008 fue galardonado con la a Medalla Luis Carlos López, al mérito poético en el Caribe colombiano.
Algunas de sus obras más destacadas son: su novela ‘Solo un sueño’, la poesía ‘Los brujos de Mandrágora’, la novela ‘El estertor de los miserables’, el libro de poesías ‘Derecho constitucional, Amores de cristal’ y el ensayo ‘Sobre las alas de los versos’.
Sus estrofas han llegado a su punto final, pero sus amigos y estudiantes siempre recordaran por su talento en el mundo de las letras, su pasión por el derecho y por ser un gran conversador. Así lo afirma el destacado periodista Víctor López Aroca. “Adiós al docente, poeta y gran conversador”, escribió en Twitter.
Por su parte Moisés Imitola lo describió así: “Se va un ser humano con unas calidades humanas muy excepcionales, vuela alto amigo y que Dios te tenga en su Santo Reino”.
Anthon Bach, fiel lector de su obra, lo definió como uno de los mejores escritores Barranquilleros. “Recuerdo siempre llevar una copia en mi morral de ‘El estertor de los miserables’ en la universidad, me encantaba su prosa, la evolución bizarra de sus personajes confrontando una realidad que les resultaba ajena y por supuesto, el desenlace caótico producto de una sociedad qué condena la singularidad del “ser”. En fin, es una gran pérdida para muchas generaciones de abogados que se formaron en la Universidad del Atlántico, y para mí que nunca pude conocerlo a pesar de tenerle un gran aprecio y admiración por toda su obra y trabajo en pro de las nuevas generaciones de pensadores de esa gran institución”.
