La ganadería ha sido uno de los sectores de la economía de La Guajira más golpeada en el presente 2020, no solo por los efectos que ha generado la pandemia en el mercado mundial, sino por la acción criminal de los abigeos que cada semana sacrifican animales en los patios de los municipios y potreros, principalmente en el sur del departamento.
José Ramón Molina Peláez, uno de los directivos de la Asociación de Ganaderos para el sur de La Guajira, sostiene que a la acción criminal de los abigeos se suma la política de importación del Gobierno Nacional, que en su opinión 'ha sido nefasta para los productores', pues hace cerca de seis años, no se produce un incremento en los precios de la leche.
'Hoy por hoy un litro de leche tiene un costo que no supera $1.100 o $1.200 y ese mismo costo es el de un litro de agua en una tienda, entonces nos están haciendo quebrar o desistir del negocio ganadero', afirma.
No hay mataderos
Según el dirigente gremial a esta problemática del orden nacional se le deben sumar los problemas locales que se generan por la poca efectividad de los alcaldes en la inversión para las plantas de sacrificio de los animales. La Guajira tiene 15 municipios y de ellos apenas Maicao y Villanueva tienen funcionando empresas legales para el sacrificio de los bovinos, en Fonseca al parecer hay una autorización con restricciones. Incluso la ciudad capital Riohacha, tiene cerrado por insalubre su zona de sacrificio desde hace tres años.
La falta de una planta adecuada de sacrificio de los vacunos se convierte en un estímulo o aliado para las acciones de los delincuentes especializados en el hurto de las reses. Molina explica que en el matadero de Fonseca se registra el sacrificio de unos cinco animales cada día, pero en los registros de los empresarios del sector, se contempla que el solo Fonseca y sus corregimientos, se requieren de 25 a 30 animales para abastecer las necesidades de los hogares.
'¿De donde vienen los faltantes, donde están siendo sacrificados y a quien le están pagando esos derechos de sacrificio?', se pregunta el líder gremial.
La situación no es nada fácil para los productores ganaderos. Según los representantes del sector muchos de ellos han tenido que reorganizarse en su producción o abandonar la ganadería. 'Uno de los que debió cambiar su negocio y salir del ganado fue el doctor Bolaños (fallecido) a quien en un solo año le robaron 40 animales y decidió retirarse', dice.
Cadena de protección
Para los ganaderos, los alcaldes no han buscado la forma de contrarrestar el accionar de los abigeos y sostienen su argumentación en la necesidad de que estos deben implementar una cadena institucional para cerrarle el camino a los que están al margen de la ley.
'No es posible que la Policía o El Ejército ponga a uno de sus hombres en cada potrero para cuidar los animales, pero sí pueden ejercer control en los mercados de las ciudades y en los supermercados, esa tarea hoy no la están cumpliendo', dice el líder ganadero.
Dice además que los productores más golpeados por el abigeato están en los municipios de Fonseca y San Juan, donde en cada semana sacrifican en los propios hatos un promedio de cuatro animales. 'Eso, sin contar con otro grave problema, el contrabando otro delito al que tampoco le hemos ganado'.