
La incautación del alcaloide se produjo mediante labores de inteligencia y seguimiento a las redes del tráfico de estupefacientes que operan en la ciudad.
La entrega del alucinógeno se realizaría en un muelle de la Vía 40, el cual sería embarcado en un buque que tenía como destino la República de Honduras.
Por tal razón, se montó un dispositivo especial en todos los muelles de la zona industrial de la Vía 40, que permitió la captura de una persona cuando pretendía ingresar el alcaloide a una importante fábrica ubicada a la altura del barrio Las Flores de la ciudad.
La persona capturada y la droga quedaron a disposición de la autoridad competente.