
Fiscal del caso de Liliana Segovia no descarta que haya más involucrados
En audiencia de imputación de cargos, el representante del ente investigador habló de una “génesis investigativa” y añadió que era probable la participación de otras personas en el crimen.
En la mañana de este miércoles, en continuación de las audiencias preliminares contra Jairo Medina Vega, el hombre de 30 años capturado por la muerte de la momposina Liliana Segovia Navarro, ocurrida el pasado 28 de febrero en Barranquilla, la Fiscalía expuso ante el juez Décimo Penal Municipal la forma cómo habría actuado este individuo en torno al asesinato de la mujer, al robo de sus pertenencias y de su vehículo.
“La Fiscalía tiene en su poder información legalmente obtenida, hay una inspección técnica de cadáver, declaraciones juradas, interceptaciones telefónicas, un vehículo encontrado. Todos trabajamos de manera conjunta en este caso”, citó en diligencia virtual Rodrigo Restrepo, investigador encargado y fiscal 11 de la Unidad de Alertas Tempranas y Homicidios.
El lunes anterior, el mismo juez décimo Penal Municipal, Manuel Augusto López, encargado de las audiencias preliminares contra el capturado, dio legalidad al procedimiento de los investigadores que actuaron luego de que un informante diera luces vía telefónica sobre el paradero del sospechoso.
Medina Vega tenía orden de captura desde el pasado sábado 5 de marzo, emitida por el Juzgado Séptimo Penal con Funciones de Control de Garantías, y su detención se llevó a cabo por miembros del Grupo Gaula de la Policía a las 11:15 de la noche del domingo, en la calle 84 entre carreras 45 y 46, norte de Barranquilla.
En un video difundido por el grupo antisecuestro y antiextorsión se apreció cuando el sospechoso es bajado de su vehículo en pleno sector de la ‘rumba’ local, mientras testigos grababan con sus teléfonos celulares el procedimiento. De fondo, en ese momento, sonaba desde un estadero un vallenato inmortalizado por Jorge Oñate: Mi gran Amigo. Luego de eso, el capturado fue trasladado por los investigadores a la sede del Grupo Gaula.

En la imputación, inicialmente, el fiscal Restrepo detalló la forma cómo Jairo Medina Vega trabajó para vender el carro que le había quitado a la víctima, posterior a su muerte.
En ello hubo un aparente carrusel para la comercialización del vehículo que vinculó a compradores de Valledupar y San Juan del Cesar, La Guajira.
Según la versión del fiscal, desde el día 24 de febrero Medina Vega había empezado a contactar personas de esa zona del país y consiguió que un comerciante de vehículos comprara la camioneta Nissan Xtrail de Liliana Segovia por 12 millones de pesos. Pero el capturado no hizo la entrega de manera inmediata sino 4 días más tarde, es decir el 28 de febrero, aduciendo que “había un paro del ELN y no se podía viajar”.
Pero ese no habría sido el motivo, para el ente investigador estuvo claro que la entrega no se daba porque Medina Vega no había conseguido acceder a Liliana y solo pudo hacerlo hasta el día 28.
Así fue como se llegó a la cita en el sector de Betania, en donde Medina Vega hizo montar a la mujer en la parte trasera de su vehículo y “se la ganó con engañifas, diciéndole que iban a multiplicar 10.015 dólares que ella tenía en MetaMask, una cartera de dinero desmaterializado”.
Posterior a eso, de acuerdo con el fiscal, Segovia se dio cuenta que estaba siendo engañada y empezó a forcejear con Medina Vega y este terminó quitándole la vida.
Peritos de Medicina Legal determinaron que el deceso de la mujer fue por “asfixia mixta por sofocación y constricción del cuello con la mano”.
“Cuando la señora pasó a oriente eterno, es decir murió, Medina Vega pasó su cuerpo para el baúl de su carro, luego llamó a un primo para que recogiera ese carro y lo guardara en un parqueadero. Él (Medina Vega) cogió la camioneta de Liliana, tanqueó 70.000 pesos de gasolina y se fue para Valledupar. Llegó ese mismo 28 como a las 11:00 de la mañana”, expresó el fiscal, en torno a lo investigado.
Allá en la capital del Cesar, Medina Vega recibió el dinero por el pago de la camioneta y “retornó a Barranquilla en un bus de Brasilia, usando el nombre de su padre”.
El caso se desenreda, de acuerdo a la exposición del fiscal, cuando el carro es comprado en Barranquilla por un comerciante por 25 millones de pesos. La entrega del carro entre los compradores de Valledupar y el comerciante de Barranquilla, se da en Fundación, Magdalena.
Esta persona de Barranquilla, como antes se había dicho, es quien regresa el miércoles 2 de marzo el vehículo ante las autoridades porque conoce por medios de comunicación sobre el hallazgo del cadáver de Liliana Segovia y su vínculo con la camioneta.

De acuerdo con el fiscal, el cuerpo sin vida Liliana Segovia Navarro permaneció oculto en el vehículo de Jairo Medina por un lapso de 14 horas. Eso se dio el día 28 de febrero.
“Este recogió el carro donde lo había dejado su primo, con el cuerpo adentro. Le dice a su primo que compre un tanque azul plástico grande, le da la plata y con ese tanque se metió en una residencia del Centro. Allí, señor Medina, usted le puso una bolsa y cinta a la cabeza de Liliana para evitar que botara fluidos y cayeran en el vehículo. Regresa a su casa y sube el tanque al segundo piso, según usted, con el cuerpo adentro, para luego llevarlo el día martes (1 de marzo) por la tarde, en el taxi de su papá, hasta la trocha de Cuatro Bocas, en Tubará”, relató el fiscal.
Luego, en el interrogatorio, Medina Vega le habría manifestado al fiscal haber aceptado cometer el homicidio.
En medio de la imputación de cargos, el fiscal Restrepo señaló en torno al caso que se estaba en “una génesis investigativa”, en sentido que probablemente puede haber más personas involucradas.
“Estamos en eso, probablemente haya más personas involucradas”, expresó.
Esta hipótesis coincide con lo que mencionó el martes anterior el mayor Diego Molina, comandante del Gaula, en diálogo con este medio.
El oficial señaló que aunque el sujeto haya rendido una declaración ante las autoridades y se haya atribuido el hecho, para él y los investigadores de su dependencia algo no cuadra en esa confesión.
Incluso, Molina aseguró que “la misma investigación no para ahí, así él haya dicho que lo hizo solo a nosotros nos genera la duda que haya actuado de esa manera. Por eso la investigación sigue para determinar si hay otras personas que actuaron con él, pese a que esta persona asumió toda la responsabilidad”.
Cuando llegó el momento en la audiencia en que el juez Décimo Penal Municipal tomó la palabra para formular la pregunta a Medina Vega si aceptaba los cargos imputados por la Fiscalía por homicidio agravado, hurto calificado y transferencia no consentida de activos, el imputado rompió en llanto y manifestó: “Señor juez, como primera medida, le pido perdón a todas las personas en esta sala y a mi familia. A todos los que me conocen, saben el tipo de persona que soy. Yo acepto los cargos que se me imputaron en esta audiencia”.
Ante eso, el juez Décimo manifestó dar traslado a un juez de conocimiento, quien será el encargado de la sentencia anticipada condenatoria tasada por Fiscalía en 264 meses de prisión.
La audiencia de solicitud de medida de aseguramiento contra el procesado se realizará este viernes 11 de marzo, de acuerdo con lo indicado por el juez.