Santa Marta . Con sorpresa, el gremio de maestros recibió la noticia de que Édgar Alberto Gómez Romero, asesor del Núcleo Educativo No. 8, era el mismo ‘chamán’ que, presuntamente, mató a la contadora Estrella Morales Pérez.
El más desconcertado fue el director del Núcleo educativo, José Alonso, a quien sí le extrañó que ayer su asistente no hubiera acudido a al trabajo.
“La semana pasada me dijo que necesitaba un permiso porque estaba diligenciando una denuncia ante la Fiscalía relacionada con un robo en su casa”, recordó Alonso.
“Reiteradamente —agregó—, manifestaba que se tenía que ausentar por unas horas para cumplir con una cita médica. Como sabíamos que él estaba en tratamiento, nunca fuimos renuentes a su solicitud”.
Durante el tiempo que compartió con Gómez en el núcleo educativo, contó Alonso, jamás vio en él un acto irresponsable o de mal comportamiento. “Por eso me sorprende lo que me están diciendo”, admitió.
El secretario de Educación, Édgar Rey Sinning, dijo que “el profesor Gómez no tenía carga académica, porque estaba enfermo”. “Por eso fue asignado al Núcleo como asesor”, explicó.
Al docente le diagnosticaron trastorno bipolar, enfermedad mental por la que los afectados experimentan cambios drásticos en su estado de ánimo. Pueden pasar de estar muy enérgicos, eufóricos o irritables, a sentirse tristes, desesperanzados y luego comenzar el ciclo nuevamente. A esas sensaciones de euforia se les llama manías; a las de tristeza y desesperanza, depresión.
En el barrio Pescaíto, al norte de Santa Marta, en la casa con nomenclatura 8–63 de la carrera 8, donde el profesor Édgar Gómez Romero vive, ayer no había nadie. Aparentemente, sus parientes viajaron a Barranquilla para estar a su lado en este difícil trance.
Un vecino suyo, Adolfo Colina, también dijo estar sorprendido con la noticia. “Es un hombre de bien, eso es todo lo que sé de él”, aseguró lacónicamente.
Por: Agustín Iguarán G.