El sindicato de trabajadores del Instituto de Medicina Legal, Sindemedilegal, hoy pide “acciones efectivas” para solucionar una crisis con el manejo de los cadáveres en la morgue de la entidad, la cual ha sido exteriorizada o dada a conocer por familiares de víctimas, vecinos del sector suroccidente de Barranquilla, una veeduría y por personas que frecuentan la sede.
A través de un comunicado, en el que se eleva una solicitud a la Secretaría de Salud Distrital para una “visita urgente”, la asociación de trabajadores señala que se ha venido realizando un seguimiento constante a las condiciones físicas y laborales de los trabajadores de la morgue de Medicina Legal y que la situación “ha sido informada oportunamente a la administración de la entidad, sin que hasta el momento se hayan tomado acciones efectivas para su solución”.
Específicamente, de acuerdo con el sindicato, se ha evidenciado que el cuarto frío, diseñado para albergar entre 16 y 20 cuerpos, actualmente contiene aproximadamente 80 cadáveres.
Y que esa sobreocupación “ha generado una serie de situaciones preocupantes, tales como la emisión de malos olores en la sede y en sus alrededores; proliferación de insectos, especialmente moscas; riesgos para la salud y seguridad de los trabajadores, quienes deben ingresar al cuarto frío para realizar la búsqueda del cuerpo y su entrega”, entre otros aspectos.
“Esta situación configura un riesgo inminente de emergencia sanitaria, dado que los equipos de refrigeración están siendo utilizados muy por encima de su capacidad técnica, lo cual puede derivar en fallas funcionales con graves consecuencias para la salud pública”, advierten.


Tal revelación del sindicato coincide con lo expuesto por la Veeduría Ciudadana de la Región Caribe (VEECIRECAR), en cabeza de Rubén Moreno De Las Salas, quien detalló este miércoles las terribles condiciones en las que funciona la morgue de Medicina Legal.
“Hay un cuarto frío donde nada más caben 16 cadáveres, hoy en día existen 83 muertos y todos esos no entran. Ahora mismo, los malos olores que transmiten medicina legal, está afectando a toda esa comunidad, principalmente el Instituto Inocencio Chincá, el director tiene que enviar a los estudiantes para su casa, porque los olores son demasiado fuertes”, manifestó Moreno.
Según el presidente de la veeduría, una de las posibles soluciones para esta problemática sería comprar unos contenedores refrigerados para almacenar dichos cuerpos que hoy están descomponiéndose.
Versiones no coinciden
En la mañana de este jueves 24 de julio se llevó a cabo una reunión en la sede de la Procuraduría Regional Atlántico en la que asistió Marjorie Cervantes, directora de la Regional Norte del Instituto de Medicina Legal; la Alcaldía de Barranquilla y la Defensoría del Pueblo.
Al término de la diligencia, se trató de abordar a Cervantes para que esta entregara declaraciones sobre la denuncia que hoy es de dominio público, pero esta optó por no darlas. Lo mismo hicieron otros funcionarios que estuvieron en el encuentro.
Cabe señalar que lo que hoy exponen los trabajadores del sindicato del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, en Barranquilla, así como lo mencionado por la veeduría ciudadana, no coincide con lo expuesto el martes 22 de julio por Érika Vargas Sánchez, quien también manifestó estar en la dirección del Instituto.
La funcionaria desmintió que haya fallas en la infraestructura de refrigeración. “Nuestro cuarto frío ha estado funcionando con normalidad. No hay ninguna emergencia sanitaria ni investigación abierta por mal manejo de los cadáveres. Se le hace seguimiento diario a las temperaturas”, afirmó.
No obstante, reconoció que hay un represamiento por el alto volumen de casos. “Los fines de semana hemos tenido entre 15 y 20 cadáveres, y si coincide con quincena o festivo, la cifra crece. A veces contamos con un solo perito y un asistente por turno, y si vemos que se acumulan muchos cuerpos, activamos un segundo grupo”, explicó.
Añadió que muchos de los cuerpos llegan con dificultades de identificación, especialmente aquellos sin documentos o en condición de migrantes, lo que puede prolongar los trámites. “Tenemos casos que van a ADN, lo cual puede tardar meses. También hay personas que fallecen sin cédula, sin historia odontológica, y eso retrasa todo el proceso”.
Respecto a los olores que denuncian los familiares de los deudos, aclaró que algunos cuerpos ya llegan en descomposición desde el lugar donde fueron encontrados. “Eso genera malestar, pero no un riesgo para la salud. Aquí no se está violando ningún protocolo”, sostuvo.
También señaló que la entrega de los cuerpos no depende únicamente de Medicina Legal. “Nosotros hacemos la identificación y enviamos el informe al fiscal. Es él quien determina cuándo y a quién se entrega. No podemos ser irresponsables de entregar un cuerpo sin orden judicial”.