Desde la puerta de su vivienda Josefa Quijano Murillo miraba en la mañana de este viernes 29 de noviembre hacia la entrada del conjunto residencial Privilegios, en el sector de Campo Alegre, lugar donde se registró el colapso de una torre durante la tarde del jueves con un saldo trágico de una persona muerta y cuatro menores lesionados, todos miembros de una familia.
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La mujer, con muchos años de vivir en el mismo lugar, mencionó que fueron momentos dramáticos que serían difíciles de olvidar, pues aseguró que todo el caos estuvo antecedido por una fuerte explosión.
“Fue una explosión muy fuerte. Yo me quedé invadida, no entendí qué pasó. Luego vimos ya polvo, como humo. Y ya la gente corriendo. La imagen que tengo es de una muchachita, como una niña, corriendo, llorando, se tiró acá en el piso de mi terraza. Yo le dije: mi amor, siéntate acá. Luego ya nos enteramos que se había caído eso. Y que había cuatro niños aprisionados. Hasta allí. Lo demás ya es historia”, manifestó Quijano.
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Frente a los vecinos del conjunto, la mujer contó inicialmente que abrió las puertas de su casa para que utilizaran los baños, bebieran un poco de agua o café.
“Abrí mi casa y les dije a las personas: aquí está el baño, lo que necesiten, cualquier cosa. Bebieron agua y café. La gente estaba muy nerviosa”, anotó.
Luego hizo énfasis en que la Alcaldía, ya pasadas las horas de la emergencia, empezó a realizar un censo y fue en su vivienda en que se empezaron a tomar los datos de las personas afectadas.
“Aquí al lado, una señora puso una mesa y se encargó de censar a todas las familias. Y después fueron llamando exactamente así, quizás a propietario o a la persona mayor, no sé, con sus familiares. Y la alcaldía envió esos dos buses y se los llevaron para hoteles”, finalizó.
Por otro lado, Fabiola Cubillos, vecina del propio conjunto afectado, coincidió con algunas de las cosas narradas por Josefa Quijano y expresó además que todavía estaba “en shock” por lo ocurrido.
“Es algo que uno no espera vivir nunca, fue de terror porque yo estaba ahí en el edificio, estaba en mi apartamento y gracias a Dios alcancé a salir con la niña pequeña. Salimos corriendo y estamos vivas gracias a Dios, pero es un momento que no te puedo describir porque en ese momento de pánico que uno sale corriendo. Ver que la casa de uno se está cayendo es algo que uno no espera”, reconoció.
En la mañana de este viernes 29 de noviembre, la vigilancia policial permanece en el conjunto residencial Privilegios de Campo Alegre.