El reloj de Jair Ávila marca las 3:40 de la tarde. Se detuvo el viernes en el momento exacto en el que, 'desesperado', –según contó– se lanzó al fondo de la piscina de adultos para rescatar a su sobrino de 5 años.
Jair es tío del menor que se ahogó en el centro recreacional Turipaná, a unos 20 kilómetros del municipio de Puerto Colombia, en la vía a Cartagena.
Los padres del pequeño estaban trabajando, por eso estaba en el lugar con sus tíos y la abuela, 'disfrutando de un paseo familiar', narró Ávila .
'Al momento de recoger las cosas para regresar a Barranquilla', donde residen en el barrio La Magdalena, 'nos dimos cuenta de que mi sobrino no estaba en la piscina de menores. Nos descuidamos unos segundos y se nos escapó', manifestó.
Desesperados, comenzaron a buscar al infante por todo el lugar y a pedir ayuda pero, aseguró Ávila, 'no encontramos socorristas' y cuando se acercó a una recreacionista esta le dijo que fuera a que lo llamaran por micrófono. Cuando llegó a la piscina de adultos encontró el cuerpo del niño en el fondo de la pileta.
'No había salvavidas y me lancé al agua. Cuando lo saqué una de las bañistas, que es médico, fue la que intentó reanimarlo', narró el familiar. 'Mi sobrino empezó a vomitar pero necesitaba oxígeno y no había ni una ambulancia', agregó.
Ávila consideró que si el lugar 'estuviera equipado con paramédicos y ambulancias' su sobrino 'aún estaría con vida'. Según dijo, no hubo un manejo adecuado de la emergencia, incluso 'improvisaron una van para que sirviera de ambulancia para llevar a mi sobrino al hospital de Puerto Colombia, pero llegó sin signos vitales'.
Sobre el hecho, Comfamiliar Atlántico manifestó que lamentaba 'profundamente el suceso'. En un comunicado informó que cumple las medidas de seguridad legales y que se 'prestaron oportunamente los servicios de primeros auxilios'.