
Miles de personas peregrinaron ayer hacia el National Mall de Washington para asistir a la ceremonia de inauguración del monumento a Martin Luther King, en la que el presidente de EU, Barack Obama, recordó que la vida del activista mostró “que el cambio es posible si no nos rendimos”.
Sin las “gloriosas palabras” del famoso discurso “I have a dream”, que King pronunció durante la “Marcha en Washington por el Trabajo y la Libertad” en 1963, “quizá no hubiéramos tenido el coraje de llegar tan lejos”, subrayó el presidente. King, que fue uno de los principales activistas a favor de los derechos humanos y de los negros, es de algún modo la “estrella polar” del presidente de EU, que siempre se ha referido a él como un maestro y ejemplo a seguir.
“Tenemos derecho a disfrutar de este progreso lento pero seguro, un progreso que se expresa de un millón de maneras: a lo largo de esta nación, grandes y pequeños, gente de todos los colores y credos, tenemos que vivir juntos y trabajar juntos, y luchar los unos junto a los otros, aprender y construir juntos, y amarnos unos a otros”, dijo Obama. EFE