España, a espera del candidato que Felipe VI propondrá para presidir el Gobierno
El próximo lunes el Rey mantendrá reuniones con los portavoces de Ciudadanos y Podemos.
El rey Felipe VI comenzó una nueva ronda de contactos con los portavoces de los partidos políticos españoles antes de proponer un candidato para presidir el Gobierno, después de las elecciones generales del pasado 20 de diciembre.
Es la primera vez desde la restauración de la democracia hace casi cuarenta años que el monarca tiene que repetir la ronda de consultas, después de que Mariano Rajoy, líder del Partido Popular (PP, centroderecha), la fuerza más votada, declinara el ofrecimiento la pasada semana por no tener suficiente apoyo parlamentario.
El rey mantendrá el mismo esquema que en su primer ciclo de reuniones con los líderes políticos, comenzando por los partidos de menor representación para terminar el próximo martes 2 de febrero, con los encuentros con el socialista Pedro Sánchez, líder de la oposición, y finalmente con Mariano Rajoy.
Durante esta semana, Felipe VI mantendrá reuniones con los portavoces de fuerzas nacionalistas, mientras, que el lunes recibirá al líder de Ciudadanos (centro liberal), Albert Rivera, y al de Podemos, (izquierdas), Pablo Iglesias.
El próximo martes se entrevistará por la mañana con Sánchez y por la tarde con Rajoy, encuentro tras el que el monarca deberá proponer el nombre de un candidato al presidente del Congreso de los Diputados, quien debe convocar la sesión de investidura.
Esta segunda ronda comienza sin visos de acuerdos entre los principales partidos, necesarios para poder investir al nuevo presidente del Gobierno, dada la distribución de escaños del Congreso, con cuatro partidos importantes.
Las elecciones legislativas del pasado diciembre fueron ganadas por el PP, con 123 escaños, por delante del PSOE (socialistas, 90), Podemos (izquierda, 69) y Ciudadanos (liberales, 40).
La mayoría absoluta del Congreso está fijada en 176 diputados, que es la cifra que debe alcanzar un candidato al Gobierno en primera votación, aunque en una segunda basta la mayoría simple (más síes que noes).
