El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, prometió derrotar las sanciones de Estados Unidos y corregir el rumbo económico del país, hundido en una grave crisis, al jurar este jueves como mandatario reelecto para un segundo periodo que comenzará en enero de 2019.
Maduro, con la banda presidencial, juró ante la oficialista Asamblea Constituyente tras ganar los comicios del pasado domingo, boicoteados por la oposición y desconocidos por parte de la comunidad internacional.
En su discurso, el mandatario socialista, de 55 años, admitió que las sanciones impuestas por Washington tras su reelección traerán más dificultades al país petrolero, pues impiden conseguir recursos y 'hacer las importaciones necesarias'.
'No puedo engañar a nadie, nos van a crear graves dificultades, dolorosas dificultades, que vamos a enfrentar paulatinamente, las vamos a derrotar. Las sanciones de Trump serán anuladas y derrotadas', aseveró.
Venezuela vive la peor crisis de su historia reciente: hiperinflación, escasez de comida y medicinas, caída brutal de la economía y de la producción de crudo a su nivel más bajo en tres décadas: 1,5 millones de barriles diarios, frente a 3,2 millones de 2008.
'Hace falta una rectificación profunda, hay que hacer las cosas de nuevo y mejor. No estamos haciendo las cosas bien y tenemos que cambiar este país', reconoció Maduro ante la cúpula militar y de gobierno.
El mandatario, en el poder desde 2013, ordenó a su ministro de petróleo y presidente de la petrolera PDVSA, general Manuel Quevedo, pedir apoyo a la OPEP, Rusia, China y países árabes para aumentar la producción diaria en un millón de barriles.
También prometió trabajar por la reconciliación y ofreció liberar a opositores presos que no hayan cometido crímenes graves, para 'superar las heridas' de las protestas en su contra, que dejaron unos 200 muertos desde 2014.