Compartir:

Es un ángulo atractivo en la historia de un tratamiento experimental contra el virus del ébola: el medicamento se obtiene de plantas de tabaco convertidas en laboratorios farmacéuticos vivientes.

Estas plantas pueden producir proteínas complejas y valiosas para medicamentos, enfoque se estudia desde hace unos 20 años pero que no usa mucho en la industria farmacéutica.

Pero algunas compañías y laboratorios académicos lo usan para crear medicinas y vacunas contra enfermedades como VIH, cáncer, los mortal virus de Marburgo y el norovirus, conocido por provocar brotes de males estomacales en barcos de crucero, así como el ébola.

Aunque la mayoría de los trabajos usan la planta de tabaco, no es la misma que se usa para producir cigarrillos.

'No es algo que se fume', dijo Jean-Luc Martre, portavoz de Medicago, una empresa canadiense que está probando vacunas con la influenza hachas con plantas de tabaco.

Bajo el ruido de los ventiladores, enormes hileras de plantas jóvenes crecen durante un mes, hasta que tienen aproximadamente 30 centímetros de alto. Entonces unos robots las llevan a otra parte de la instalación, las voltean y las insertan en un tanque para ser 'infiltradas' con las proteínas que desean producir.

En este momento se desarrollan varios tratamientos y una vacuna contra el ébola, y uno proviene de plantas de tabaco que se cultivan en invernaderos especializados en otra operación, Kentucky.

Ese tratamiento experimental, llamado ZMapp, usa proteínas llamadas anticuerpos y tiene por fin desactivar el virus del ébola y ayudar al cuerpo a matar las células infectadas.

Murió enfermera

Una enfermera nigeriana, falleció a causa de esta misma enfermedad, que ya ha matado a 4 personas en el país. La víctima, Justina Obi Echelonu, falleció tras haber sido puesta en cuarentena al haber atendido al estadounidense Patrick Sawyer, quien se convirtió en la primera víctima mortal del virus en Nigeria.