“Yo ya me salí de los artistas que trabajan por plata”: Róbinson Díaz
El actor se encuentra promocionando su más reciente obra teatral ‘La dama de negro’, la cual presentará mañana en Barranquilla.
“¿Que me dé miedo una puta obra de teatro?”, esa fue la pregunta de Róbinson Díaz antes de conocer en México La dama de negro.
Volvió las veces que consideró necesarias, incluso llevó a su familia. Al final decidió que la obra, inspirada en la novela de la autora británica Susan Hill, debía ser traída a Colombia.
Bajo la dirección del mexicano Rafael Perrín, Díaz la trasladó de Bogotá a Barranquilla a una presentación que será mañana a partir de las 6 de la tarde, en el teatro José Consuegra Higgins.
El actor, que comparte escena con Claudio Cataño en la obra de terror, habló con EL HERALDO de las expectativas y proyectos que tiene.
¿Qué trae a Barranquilla?
Les traigo un espectáculo de máxima calidad. De las cosas más emocionantes que he hecho en mi carrera. Es un espectáculo de dos horas de duración de alta factura, que lleva 27 años en Londres y 24 años en México. Además de ocho meses de éxito en Bogotá.
Hay una costumbre de traer una cantidad de espectáculos que son de pequeño formato, generalmente comedia, pero este se sale de todos los moldes. Tiene escenografía grande, un diseño sonoro de última tecnología que se hizo en Los Ángeles. Lo que va a vivir la gente es una experiencia, no es una obra de terror de mutilados y sangre. Es fantasía.
¿Cómo conoció la obra?
La vi en México, estaba grabando El señor de los cielos y allá hay mucha oferta cultural.
Un amigo me la recomendó y fui con el escepticismo que nos caracteriza a los colombianos, dije que le daba 15 minutos y cuando me di cuenta ya llevaba 40 y estaba engrampado y cagado del miedo. Llevé a mi hijo, a mi esposa y a todos les pasaba lo mismo.
Llevo un año y medio dándole, conozco la obra completa.
Afloró el niño que tenemos dentro. El que le tiene miedo al cocodrilo debajo de la cama y uno se pasaba con los papás, cuando mi hermana gritaba por una cucaracha o nos asustaban los ruidos.
¿Qué le brinda esta obra al espectador?
Es un texto inglés de alta confección. El reto técnico es que son más de 16 mil palabras que tengo en la cabeza. Seis meses de mi vida clavado día y noche aprendiéndome la letra. Técnicamente hago siete personajes y Claudio hace dos, además estoy en la dirección.
Intelectualmente abre mucho la mente. No habla de Uribe, no ataca a la comunidad gay, no habla de marihuaneros. No ataca ni jode a nadie. Es como ver una película.
Es un espectáculo para la familia, además de un voto a la inteligencia. Una mezcla de humor, terror y fantasía.
¿Qué tiene de atractiva esta ciudad para traer ‘La dama de negro’?
En Bogotá el público es ‘careculo’, aquí la gente es diferente. Vengo a dar un espectáculo que se lo merece Colombia y que se sale de los moldes. Aquí la gente es muy creativa y estéticamente muy buena, tengo alumnos, amigos, me han recibido muy bien. A Barranquilla la adoro.
No voy a traer un timo. Yo ya me salí de los artistas que trabajan por plata, no necesito plata. Vengo es a compartir con la gente, a que el empresario le vaya bien y a cumplir la promesa que se van a reír y asustar a la vez.
¿Cómo le va con el terror?
Yo no puedo con el terror. Con las películas de hoy en día no puedo, no soy capaz de verlas. Con esta obra me han pasado cosas como miedosas. Casi me quiebro el culo, una vez pasé detrás del escenario y vi a una mujer sentada, y siempre están pasando eventos de ese tipo. No es para llenar esto de eventos paranormales o vender humo, pero pasan cosas raras.
¿Qué opinión tiene de la serie ‘Narcos’?
Que me estén contando la historia de Pablo Escobar en inglés o portugués me parece doloroso. Me llamaron para esa serie y dije ¡guácala! ¿Qué voy a contar yo la historia de Pablo Escobar en inglés? Me da vómito.
Es el camino del capitalismo salvaje. Llevo más de 10 años haciendo el personaje de El Cabo, acabo de hacer la quinta temporada y firmé un contrato grandísimo para hacer la sexta de protagonista, me voy en marzo. La gente sigue comiendo narcotráfico, ¿qué hacemos? Es una doble moral, diciendo que la pantalla se narcotizó, pero la gente sigue viendo esa pendejada, y entre más bala, más siguen ahí.
Me ofrecieron un contrato grandísimo para hacer El Cabo y lo acepté, marica si no. Antes me cuestionaba moralmente, pero ya no. Esto no cambia desde que haya una decisión política y una legalización de la droga.
¿Y de las nuevas formas de consumir contenido como Netflix?
Ellos son los dueños del balón. Se inventaron una culebra para ellos morderse la cola y le dieron en la cabeza a todo el mundo. Creo que los únicos que ven televisión nacional en Colombia son los costeños, o miremos la parrilla que hay ahora.
Acabo de grabar una película que se llama Nadie sabe para quién trabaja, una comedia en la que se van a partir de la risa y es sobre corrupción. Seguramente va a estar en Netflix. Ellos la hicieron muy bien y tiene a todo el mundo absorbido, dañó las identidades y ahora compila todo.
Estas empresas se pellizcaron muy tarde y se olvidaron de la gente, y tienen su merecido. Esas jugadas de mover la franja hizo que la gente desertara y ahora todo es por Internet.
