Uno de los grandes iconos musicales de Colombia llegó a sus 99 años.
Su terruño, Soledad, municipio en el que voló cometas durante su infancia detrás del popular ‘American Bar’, le rindió un homenaje a Rafael Campo Miranda en la onomástica fecha, una leyenda musical viviente de la región Caribe .
El compositor de Lamento Naufrago, Entre Palmeras, Pájaro amarillo, Nube Viajera y Unos Para Todos, entre otras célebres canciones vivió entre música y poesía un tributo en el cual se buscó exaltar el legado musical que le dejó al país.
'Este homenaje me dignifica y enaltece, para mí es muy grande. Me llené de emoción en este recorrido', expresó el maestro Campo Miranda, quien con una sonrisa agradeció a su pueblo 'vivir un año más' para ser testigo de la conmemoración a su música.
'Me siento muy complacido, yo no podía faltar en este homenaje al maestro, orgullo nuestro', dijo Alci Acosta, otro de los artistas soledeños más memorables de todos los tiempos, quien estuvo presente en el evento que se llevó a cabo en el restaurante Casa 1813, en el municipio atlanticense.
Canciones de la autoría del maestro sonaron en la voz de músicos destacados del municipio como lo son la Banda Folclórica de Soledad, el Coro Divino Niño, la agrupación los Originales del Son, entre otros interpretes.
'Es un motivo de satisfacción tener aún con nosotros a un representante de nuestra cultura con tan gran trayectoria, merece este homenaje tan especial', señaló el cantante Eduardo Jinete, quien puntualiza acerca de la importancia de aunar esfuerzos para que la música del maestro perdure y continúe sonando en las emisoras.
Pastor López, Nelson Pinedo, Lucho Bermúdez, Pacho Galán, la Sonora Matancera y la Billos Caracas Boys, son tan solo algunas de las agrupaciones que interpretaron los inolvidables éxitos de Campo Miranda, quién en 1962 fue uno de los primeros ganadores del Congo Oro, junto a grandes como ‘la novia de Barranquilla’ Esthercita Forero.
'Desde niña lo veía en mi casa, crecí con él. Queremos que esta música llegué a todos los oídos, que las nuevas agrupaciones graben estas canciones y no las dejen en el olvido para que la juventud también siga amándolas', señaló Elba González, nieta de la difunta ‘Esthericita’, quien tenía un año más que el maestro.
Una serenata que empezó con las mañanitas para festejar la vida del compositor, terminó con un concierto de música tropical en el que la agrupación Mariachi Fusión Mono Arroyo tocó un repertorio de temas variados como Pájaro Amarillo de Campo Miranda y Sabré Olvidar del Joe Arroyo.
'Hasta mis últimos días seguiré componiendo porque la música es el elixir de mi vida y el alimento de mi alma', dijo con voz entrecortada por la emoción este hombre que alcanzó su nonagésimo noveno aniversario dedicándole a la música un asiento preferencial en su vida.
El homenaje fue organizado por el Centro Literario Gabriel Gravini Escorcia y la Casa de la Cultura Pacho Galán, quienes le hicieron entrega de un busto y un óleo por su vida y obra casi centenaria, así como su inmenso aporte a la cultura del país.
'El maestro le imprimió poesía a nuestra música ancestral, sentimos orgullo por Rafael Campo Miranda, un compositor que sigue enalteciendo el nombre de nuestro municipio. Agradecemos su larga vida y sobre todo nos sentimos honrados porque es un hijo de Soledad', concluyó Fernando Castañeda, periodista y pintor.