Rosendo Romero: estandarte de la lírica vallenata
El compositor guajiro será homenajeado este año en el Festival de la Leyenda Vallenata. Sus canciones han sido grabadas por grandes voces.
Un hombre cargado de sentimiento y que busca en cualquier rincón del Caribe colombiano una historia para convertir en canción, ese es Rosendo Romero.
“El Poeta de Villanueva”, como se le conoce en el medio artístico, con su lírica hace 46 años ha dado cátedra de lo que es la verdadera esencia de la música vallenata.
De su mente han brotado éxitos indiscutidos como Noche sin luceros, interpretado por Jorge Oñate, Fantasía, que popularizó Diomedes Díaz, o Villanuevera del Binomio de Oro.
Sus creaciones han gozado de la admiración de rutilantes figuras a nivel internacional como el Mariachi Garibaldi de México, y el argentino Leo Dan, quienes le grabaron Negra; y del también cantautor y director de cine gaucho Leonardo Favio, que le interpretó La Zenaida.
Sus méritos artísticos saltan a la vista, y por eso este año la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata en su edición 54 le rendirá honores. El certamen que se cumplirá del 7 al 11 de octubre de 2021, de manera virtual, exaltará su obra.
Su salto al estrellato se dio en 1976, luego que Oñate le pusiera su voz a Noche sin luceros, tema que había llamado Sufrimiento. El título inicial se debió al momento que vivía en esos tiempos en Cartagena y que resumía en esa sola palabra.
Tras regresar a su terruño, ‘Chendo’, como lo llaman de cariño, soñaba con que el Jilguero de América se la grabara, y por eso se la mostró a Esteban ‘Chiche’ Ovalle, un paisano suyo que era corista del cantante cesarense. “La grabó de inmediato, convirtiéndose en el éxito del LP Campesino parrandero (1976). Diomedes Díaz le hizo una versión y Carlos Vives la internacionalizó”, precisó.
“Me convertí en un eterno defensor de la lírica vallenata, una misión que me encanta”.

Creer en la fama: su gran error
Tras el éxito indiscutido de Noche sin luceros y posteriormente de Cadenas, otro tema que le grabó Oñate, Rosendo se convirtió en el compositor estrella de Villanueva. Todos querían tenerlo en sus parrandas y como él mismo admite, “la fama” se le subió a la cabeza, pero una serie de reflexiones lo hicieron enderezar el camino y encontró un éxito en el que plasmaría todo su sentimiento.

De esta manera, nació Fantasía, éxito que popularizó Diomedes Díaz.
“Ese que por ser bueno lo tiran a la nada/ y que no cree en la fama, ese soy yo”.
“Esa canción la compuse a las 10 de la mañana en una piedra sobre el río y la tenía lista para entregársela a Jorge Oñate, pero la persona que se la iba a entregar se distrajo y solo me escuchó cuando le advertía que sino encontraba a Oñate, se la entregara a Diomedes Díaz. Tras recibir el casete se lo llevó directo a Diomedes, fue un error divino porque El Cacique la convirtió en éxito”.

Una gran frustración
Pese a que el argentino Leonardo Favio le grabó La Zenaida, Romero perdió la oportunidad de verlo en vivo. “Se presentó en Barranquilla a finales de los ochentas y yo le quería dar las gracias por haberme grabado esa canción, pero no tenía dinero para pagar la entrada”.
Rosendo le rogó a los vigilantes que le permitieran el ingreso, ya que él era el autor de ese tema, pero no le creyeron y le tocó con enorme frustración escuchar desde la puerta las palabras de agradecimiento del gaucho. “Él dijo que esa canción era de un colombiano y que era un tema que quería mucho, luego hizo una declamación muy bonita. Me sentí tan triste porque hasta me tocó regresarme a la casa a pie”, rememoró con gran pesar el artista guajiro que residió en el barrio Los Alpes de Barranquilla.

Rosendo Romero junto al recién fallecido Jorge Oñate, eran los personajes escogidos para ser tributados en el Festival Vallenato el año pasado, pero debido a la pandemia, los organizadores decidieron postergar el homenaje. Los directivos guardaban la esperanza que los índices de contagio por la covid-19 disminuyeran y poder contar este año con el acompañamiento del público.
En diálogo con EL HERALDO, Rosendo Romero manifestó sentirse triste por la partida del Jilguero de América, el primer artista que le grabó una canción (‘Noche sin luceros’). “Soñaba con pararme en la tarima junto a Jorge Oñate, el cantante más grande que ha dado la música vallenata, pero por designios de Dios no me acompañará”.
Para él ‘Noche sin luceros’ tiene un hondo significado porque con esta letra “empieza el proceso de la música poética en el vallenato”. Romero afirma que desde su estreno los compositores giran hacía la poesía, porque lo que mandaba la parada era la música de parranda. “Desde entonces me convertí en un eterno defensor de la lírica vallenata, una misión que me encanta”.

Rosendo alista un álbum con 14 canciones que estrenará en vísperas de la edición 54 del Festival Vallenato. También trabaja como evaluador del Sena en competencias laborales en Música.