Trío de ‘quilleros’ hace patria en Dinamarca
Kaffe Bueno, la startup colombodanesa, reutiliza los residuos del café para producir un aceite con el que se elaboran productos para la piel.
Vender café colombiano en una país de clima frío como Dinamarca luce, a simple vista, un negocio redondo, pero ese no era el objetivo final de Alejandro Franco, Camilo Fernández y Juan Medina, tres barranquilleros que llegaron al país nórdico en 2016 para fundar Kaffe Bueno, una startup con la idea clara de revolucionar la industria de los ingredientes cosméticos.
Los barranquilleros llegaron a territorio danés, bajo residencia de emprendedores, luego de presentarle al Gobierno escandinavo un plan de negocio producto de su estadía por Londres. “Lo primero que hicimos fue irnos a Colombia y establecer contactos con cafeteros, porque inicialmente nosotros empezamos vendiendo café durante el día y en la noche planeábamos la revolución. El plan fue reciclar café, pero necesitábamos ingresos para financiar la investigación y el desarrollo”, explicó
Alejandro Franco, cofundador y director comercial de la firma.
Cinco meses despúes de iniciar las ventas de café, en julio de 2017, el Gobierno danés les brindó un subsidio para aliarse con el Instituto Tecnológico Danés, el cual tiene la tecnología que necesitaban para extraer el aceite de los residuos del café. “A partir de allí comenzamos a dedicarnos completamente al proyecto, aunque seguimos vendiéndole a nuestros clientes hasta que se agotó el inventario”, dijo Franco.
La innovación
“Lo que nosotros hacemos es que agarramos los residuos del café de fábricas industriales, de cafeterías, hoteles y oficinas acá en Copenhague (capital de Dinamarca) para procesarlo. Le extraemos un aceite que se utiliza como ingrediente activo en cosméticos, nutracéutico, comidas y bebidas funcionales”, precisó el barranquillero.
El aceite, que fue lanzado hace un año al mercado, está enfocado para ser usado como un ingrediente para el cuidado de la piel. Entre los usos que se le da a este óleo se encuentran bálsamo de labios, cremas para el día o para la noche, geles y jabones para la ducha, entre otras.
La alianza
Desde su lanzamiento, el aceite de Koffe Bueno se comercializa a empresas pequeñas en Alemania, Austria, Reino Unido, Países Bajos y Estados Unidos; sin embargo, la startup firmó el pasado junio un acuerdo con la multinacional suiza Givaudan, fabricante líder en el mundo de sabores, fragancias e ingredientes cosméticos.
El acuerdo le da a Givaudan los derechos de distribución mundial del aceite de Kaffe Bueno, el cual será comercializado bajo el sello ‘Koffee Up’. Además, ambas firmas acordaron trabajar juntas en el desarrollo del óleo.
Aunque esta alianza ya les visualiza el camino, los barranquilleros ya se encuentran en negociaciones con multinacionales para llegar a Colombia y al resto del continente con el aceite y el resto de su portafolio.
Impacto de la pandemia
Por efectos de la pandemia el Gobierno danés le repuso a las empresas pequeñas del país el 75% de las estimaciones de ventas que se tenían hasta octubre previo al virus. “Lo otorgaron así no nos hubiésemos ganado ese dinero”, dijo Franco.
El primer impacto de la pandemia en sus operaciones se sintió en enero cuando desde China empezaron a restringir las exportaciones de empaques. “En febrero, cuando se suponía que tenían que salir me dijeron que todos los empaques fueron destinados para desinfectantes”.
A pesar de estar en pandemia, Kaffe Bueno recibió unos 250 mil euros en préstamos convertibles de unos inversionistas ángeles. Por el momento están por cerrar una ronda de inversión por casi 1,1 millones de euros.
