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Uno de los grandes temores que en medio de la pandemia acechaba a miles de barranquilleros cuyas actividades económicas dependen directa o indirectamente del Carnaval se hizo realidad. Este año no se realiza la tradicional fiesta barranquillera tal como se le conoce, presencial y masiva. En el 2020, unas semanas antes de la llegada del coronavirus al país, este evento movilizó $405 mil millones en la economía local.

Músicos, bailarines, artesanos, empresarios de espectáculos, de la hotelería, de la gastronomía, de transporte, son apenas unos de los eslabones de la cadena de la economía naranja que mueve el Carnaval y que este año han dejado de recibir los ingresos asociados con esta tradición.

'La relación Carnaval-cultura es tan fuerte como Carnaval-economía', aseguró el presidente de la Cámara de Comercio de Barranquilla (CCB), Manuel Fernández Ariza, quien dijo que esta fiesta es un gran motor no solo de la economía de Barranquilla y el Atlántico, sino de la región Caribe.

'Más de 1,8 millones de asistentes disfrutan anualmente esta celebración, lo que dinamiza el turismo, el comercio y el transporte, sectores que movilizan más de $405 mil millones, ocupan más de 9.800 personas de manera directa y 55 mil indirectamente', afirmó el dirigente gremial.

De acuerdo con un análisis realizado por la CCB, en los últimos años en Barranquilla se registran crecimientos del 125% en ventas durante la fase previa y los días del Carnaval. Este año estas cifras se verán afectadas.

Fernández Ariza aseveró que el Carnaval de Barranquilla es la base de la economía naranja de la ciudad y le aporta el 1,7% del PIB local con actividades creativas como la música, la danza, las artesanías, las cocinas tradicionales, y las industrias fonográfica, audiovisual, editorial y publicitaria, que son fuente de empleo para artistas y creadores.