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En el camino de la pandemia de más de un año, el emprendimiento se convirtió en un vehículo de escape y de ayuda para millones de colombianos que aprovecharon sus ideas y proyectos para llevar ingresos a sus hogares.

Pero en la senda de un emprendedor los retos están a la orden del día, por lo cual su labor resulta digna de reconocimiento. Compromisos con proveedores, horarios que parecen eternos, entre otras, son algunas de las cruces que llevan a sus espaldas y que sortean con el fin de crecer.

En ese ímpetu de seguir apostándole a su emprendimiento, miles de ciudadanos dan un paso más y se dirigen a las cámaras de comercio de sus ciudades o departamentos para registrarlo como empresa y estar legalmente constituido.

Sin embargo, uno de los pasos más importantes, como lo es el registro de marca, queda relegado a un segundo o quizás tercer plano, lo que en un futuro podría generar inconvenientes y un nuevo dolor de cabeza para el emprendedor.

¿Qué es el registro de marca?

Registrar la empresa ante una cámara de comercio no es lo mismo que registrar una marca, de hecho, son dos procesos diferentes, pero intrínsecamente ligados a la formalidad del emprendimiento.

Mientras el proceso ante las cámaras de comercio autoriza y acredita a las personas naturales y jurídicas como comerciantes, el registro de la marca permite 'obtener un derecho de exclusividad en el mercado sobre el signo que identifica su producto o servicio', de acuerdo a lo señalado por el superintendente de Industria y Comercio Andrés Barreto. 'Este registro es la materialización de la protección de marca del empresario', agrega.