Colombia, entre los países que acuerdan impuesto a multinacionales
Este impuesto podrá gravar a grandes compañías de Internet, como Facebook Inc.
Un total de 130 países y jurisdicciones, entre los que se encuentra Colombia, alcanzaron este jueves un acuerdo sobre la fiscalidad internacional que establece un doble dispositivo para el reparto de gravámenes de grandes empresas, en particular en el sector digital, y un tipo mínimo mundial de al menos el 15 % para el impuesto de sociedades.
Únicamente 9 países de los 139 miembros del llamado Marco Inclusivo, en el que se ha desarrollado la negociación, han quedado al margen de este compromiso, y se espera que una parte de ellos se sumen de aquí al mes de octubre, cuando se finalice, explicó a Efe Pascal Saint Amans, el director del centro de política fiscal de la OCDE, que ha pilotado el proceso.
"Después de años de trabajo y de negociaciones intensas, este paquete histórico de medidas garantizará que las grandes empresas multinacionales pagan su justa contribución en impuestos en todo el mundo", subrayó el secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Mathias Cormann.
La solución de dos pilares, resultado de las negociaciones de la última década coordinadas por la OCDE, tiene como objetivo garantizar que las grandes empresas multinacionales (EMN) paguen impuestos en los lugares donde operan y generan beneficios, fortaleciendo al mismo tiempo la seguridad jurídica y la estabilidad de la economía internacional. Sistema de impuestos.
El primer pilar garantizará una distribución más equitativa de los beneficios y los derechos impositivos entre países para las grandes empresas multinacionales, incluidas las digitales. Permitirá que parte de los derechos impositivos de las empresas multinacionales de sus países de origen se reasignen a los países de mercado en los que hacen negocios y obtienen beneficios, tengan o no presencia física allí.
El segundo pilar tiene como objetivo “proporcionar un marco para la competencia fiscal” en el impuesto sobre la renta de las empresas mediante la introducción de un impuesto mínimo global que los países pueden aplicar para proteger su base impositiva.
Este plan de dos pilares será de inestimable ayuda para los estados, ya que necesitan movilizar los ingresos fiscales necesarios para restaurar sus presupuestos y finanzas públicas mientras invierten en servicios públicos esenciales, infraestructura y las medidas necesarias para la recuperación post-covid.
Bajo el pilar uno se espera que los derechos fiscales generen más de USD100 mil millones en ganancias y se reasignen anualmente a las jurisdicciones del mercado. A una tasa de al menos el 15 %, se espera que el impuesto sobre la renta corporativa mínima del pilar dos genere alrededor de USD 150.000 millones en ingresos fiscales adicionales por año a nivel mundial.
Otras ventajas se derivarán de esta reforma, en particular con la estabilización del sistema tributario internacional y una mayor seguridad jurídica tanto para los contribuyentes como para las administraciones tributarias.
Cormann insistió en que este acuerdo no pretende acabar con la competencia fiscal entre países, sino "limitarla" mediante reglas multilaterales, y "tiene en cuenta los intereses de todas las partes, incluidos los de pequeñas economías y países en desarrollo".
También afirmó que conviene que ahora esto se traduzca en "un acuerdo final" de aquí a finales de año, como se había previsto.
Sin embargo, no han querido sumarse por ahora Barbados, Estonia, Hungría, Irlanda, Kenia, Nigeria, Perú, Sri Lanka y San Vicente y las Granadinas.
La próxima etapa, a finales de la semana próxima, es la reunión de ministros de Finanzas del G20 (todos sus países miembros están en el grupo de los 130), donde se debería refrendar el nuevo dispositivo.
