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La reciente sanción de la nueva Ley de Reforma Laboral ha generado una oleada de inquietudes entre el sector empresarial colombiano. Así lo revela la Bitácora Express, una encuesta realizada por Fenalco, que recogió la percepción de empresarios de distintos sectores y regiones frente a los impactos esperados de la reforma en temas clave como el empleo, los costos laborales, la formalización y la sostenibilidad operativa.

Según los resultados, un 52 % de los empresarios consultados afirma que no aumentará su planta de personal durante el segundo semestre del año, un 35 % la disminuirá y solo un 13 % contempla la posibilidad de mantener o contratar más trabajadores.

“Esta perspectiva se presenta en un contexto de enfriamiento progresivo del mercado laboral, evidenciado por cifras oficiales del DANE, que indican una caída sostenida en el empleo del comercio minorista desde comienzos de 2024”, afirmó Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco.

De acuerdo con la encuesta, uno de los aspectos que más preocupa al empresariado son los altos costos laborales, que se incrementarán, según Fenalco, entre un 18 % a 34 %.

El 67 % califica entre alto (38 %) y muy alto (29 %) el impacto que sufrirán al interior de sus empresas. Un 22 % afirma que será moderado. Apenas un 11 % considera que las implicaciones serán leves.

Los cambios relacionados con la jornada diurna y nocturna también generan inquietud. 52% de los encuestados anticipa un fuerte incremento en los pagos por recargos y un 22% prevé un aumento moderado. Un 10% reconoce que los principales beneficiados serán los trabajadores, mientras que un 8% cree que la medida tendrá un impacto irrelevante.

Fenalco dice que, dado que muchos negocios, especialmente del sector comercio, operan en domingos y festivos, el aumento progresivo del recargo dominical genera preocupación. El 46% anticipa un impacto financiero grave, el 23% lo considera manejable, el 11% espera un efecto leve y el 8% lo interpreta como una mejora para el bienestar del trabajador.

“La priorización obligatoria de los contratos a término indefinido ha sido recibida con escepticismo por parte del 72% de los empresarios, quienes temen una pérdida de flexibilidad en la gestión del talento humano. Mientras un 44% considera que la disposición limitará sus operaciones, un 28% expresa preocupación aunque manifiesta estar dispuesto a adaptarse. Solo un pequeño porcentaje cree que la medida tendrá efectos positivos en la estabilidad del empleo”, dijo Cabal.

En ese sentido, agregó que otro punto crítico es el cambio en la figura del contrato de aprendizaje, que impone nuevas obligaciones al empleador. Para el 39% de los consultados, esta modificación generará un incremento significativo en los costos, y un 31% anticipa que reducirá el incentivo para vincular aprendices.

El sector también ha expresado su desacuerdo con la nueva cuota de monetización del SENA. El 67% manifestó una opinión negativa sobre esta medida, frente a un 10% que la respalda y un 23% que se mantuvo neutral.

De manera general, el 79% de los encuestados estima que la reforma empeorará el entorno para el desarrollo empresarial en el país; solo el 9% considera que puede mejorarlo.

“Esta reforma llega en un momento delicado para el mercado laboral colombiano. Las cifras oficiales muestran una desaceleración en la generación de empleo formal y un crecimiento sostenido del trabajo por cuenta propia, lo cual agudiza los niveles de informalidad. En este escenario, la implementación de un nuevo marco normativo sin incentivos paralelos a la inversión, la formalización y la dinamización del consumo podría agravar las dificultades actuales”, concluyó Cabal.