“Llamo al sector financiero y empresarial a trabajar con los gobiernos locales para invertir en las regiones”
Frente al creciente déficit fiscal, María Lorena Gutiérrez, presidenta del Grupo Aval, reclama soluciones estructurales al anticipar que la nueva reforma tributaria anunciada por el ministro de Hacienda no les alcanzará a cubrir el hueco en las finanzas.
La ingeniera industrial y exministra bogotana María Lorena Gutiérrez, presidenta del Grupo Aval desde marzo de 2024, ha revalidado en cada uno de los cargos desempeñados durante su dilatada trayectoria en el sector público y privado una irrefutable capacidad gerencial. También entereza de carácter para encarar las circunstancias más difíciles. Seguramente en ello incide su naturaleza optimista que la hace ser siempre positiva, como lo es ahora sobre el rumbo de Colombia, sin perder, eso sí, su mirada crítica sobre las políticas, decisiones o ejecuciones del gobierno de Gustavo Petro.
Josefina VillarrealLa presidenta del Grupo Aval en la entrevista con la directora de EL HERALDO, Erika Fontalvo.
Ante lo que califica como una “novela” por noticias que a diario revelan el interés de querer acabar con instituciones o de generar incertidumbre, convoca a mantener la calma, a invertir pensando en el futuro próximo y a defender la institucionalidad. Aunque su más importante invitación, tanto al Ejecutivo como al sector privado, es a respaldar el desarrollo local con inversiones que cambien la historia de la gente y de sus regiones. El mensaje es claro: si no trabajan juntos no habrá progreso.
¿Cómo fue el ingreso de Colombia a la Ocde, en el que usted tuvo un papel fundamental?
En el 2010, cuando empezó el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, se empezó a hablar del acceso de Colombia a la Ocde y el país no entendía ni sabía qué era eso. Incluso, la gente decía cosas como: “Para que íbamos a ingresar al club de los países ricos, qué cuál era esa prepotencia”.
Estuve siete años con un equipo muy importante del Ejecutivo, liderando con Catalina Crane ese ingreso porque había que revisar todas las políticas públicas para identificar en qué podíamos mejorar. Siempre he creído que no era solamente estar en un club, sino que en la Ocde están las mejores prácticas y políticas y era bueno poder aprender de eso, compararse y también mostrar las cosas positivas de nuestro país. Así que después de esos años logramos el acceso a la organización y hoy me siento orgullosa de que estén en Colombia y en Barranquilla.
¿Qué tanto hubo que hacer o ajustar para que Colombia accediera?
Tuvimos que trabajar en temas de gobierno corporativo. Por ejemplo, los ministros no podían estar en las juntas de las empresas públicas como Ecopetrol porque había conflictos de intereses. También hubo cambios en las superintendencias, en cómo se elegían sus cabezas, sus periodos, por transparencia. Adicionalmente, hubo asuntos como la chatarrización, los precios de medicamentos, impuestos y casi no terminamos el ingreso por dos temas duros, el comercial y el laboral, porque la organización es muy cuidadosa en el respeto a los derechos de los trabajadores.
Fue un proceso interesante porque la Ocde toca todas las temáticas de lo público. Entre los más importantes el fiscal, el manejo de las finanzas y la calidad de la educación. En este sentido, no es para subrayar que estamos en las últimas posiciones del escalafón de pruebas, sino como algo gerencial porque es clave medirse con los que están adelante para saber en qué debemos mejorar.
Josefina VillarrealMaría Lorena Gutiérrez, presidenta del Grupo Aval.
Mejorar requiere sumar esfuerzos, no siempre pasa por diferencias que nos separan, pero hasta el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, recordaba en EL HERALDO que fue ponente del proyecto de ley en el Congreso para la aprobación del ingreso de Colombia a la Ocde. ¿Se acuerda?
Así fue. Congresistas de la Alianza Verde, de los partidos que ahora integran el Pacto Histórico, nos apoyaron en el trámite legislativo en 2018. El ingreso de Colombia a la Ocde fue un tema más de país, que algo político o partidista.
Hoy en el sector financiero y en su rol de presidenta del Grupo Aval, ¿cómo concibe el desarrollo local?
Una de las cosas que más me gusta de la Ocde, y además es realmente importante para Colombia, es que su punto de partida sitúa la estrategia del desarrollo de un país en las regiones y, como no todas son iguales, debemos apoyarlas. Las políticas públicas no pueden ser las mismas para todas ellas, se tiene que trabajar en ayudarlas en su desarrollo con enfoques particulares.
En la actual coyuntura de Colombia, nada es más importante que lo que están haciendo las regiones. Realmente son las que están invirtiendo en infraestructura, vivienda, siguen con sus programas sociales en salud, educación y para reducir pobreza. Ojalá que el Gobierno y todo el sector privado apoye el desarrollo local. Existe una regla básica en la que quiero insistir: ni el sector público, así sea local o nacional, ni el privado pueden solos, lo que se debe hacer es trabajar juntos.
¿Cuál es su propuesta en ese contexto?
El sector financiero en particular, donde me encuentro ahora, aunque en nuestro caso también tenemos inversiones en gas, carreteras, etcétera, debe apoyar iniciativas de gobiernos, de empresas locales. Financiar a las empresas que generan desarrollo en Barranquilla, en Atlántico y en el resto del Caribe. Ese es nuestro compromiso.
¿Habla de emprendimiento y economía popular?
No necesariamente. También hay que apoyar a las medianas y grandes empresas porque son las que generan empleo y crecimiento económico. En el actual momento que atraviesa Colombia, donde estamos viviendo una de las peores crisis de inversión pública y privada, con un indicador de 16 %, el más bajo de los últimos 30 años, la preocupación no es por mañana, ni octubre, ni noviembre, ni diciembre. Es que, si no inviertes ahora, se afectará al crecimiento de la economía en dos años.
Mi llamado es al sector financiero y empresarial a trabajar con los gobiernos locales para invertir en las regiones, con la mirada puesta en los resultados de la economía en los próximos dos o tres años.
¿En qué sectores prioritarios se debe focalizar esa inversión?
Los sectores que más generan empleo y crecimiento económico en Colombia son infraestructura y vivienda, seguido por petróleo y minería. Por cada peso que inviertes en infraestructura generas casi 1,8 pesos de crecimiento y lo mismo pasa con vivienda.
En Colombia la economía ha cambiado por el crecimiento del sector entretenimiento. Lo que hemos visto es que este ha sido de 2,4 y se proyecta que crezca a 2,6. Pero eso no se da por inversión, sino por consumo y preocupa en alguna medida. Ese consumo por entretenimiento, que incluye juegos de suerte y azar, conciertos, restaurantes y que representa una comunidad que crece en servicios, aunque sea bueno, no es sostenible porque depende de lo que las personas tienen para gastar o de hasta dónde se pueden endeudar con una tarjeta o un crédito de libre inversión. Entonces, lo más importante es que invirtamos en los sectores que generan empleo y crecimiento.
Sin embargo, las políticas en vivienda e infraestructura han variado tanto que es cada vez más difícil hacerlo, ¿cómo analiza los cambios en las reglas de juego que erosionan confianza?
La regla número uno al invertir, así sea en tu casa, en tu carro, es tener reglas de juego claras. Si vas a comprar un apartamento y no sabes qué va a pasar con esa compra, no lo haces, no inviertes.
La incertidumbre por el cambio en las reglas de juego es lo que hace que el sector privado nacional no invierta. Y me alegra que los mandatarios locales tengan sus propios programas, como los tiene el alcalde de Barranquilla y el gobernador del Atlántico en vivienda e infraestructura. Es la realidad que nos tocó con el Gobierno nacional y por eso es el momento de invertir en las regiones y esperar a que volvamos a tener políticas y ejecución del Ejecutivo.
A propósito del actual gobierno, de su manejo de la crisis de las finanzas, su aumento del gasto y decisión de romper la regla fiscal, ¿qué tan preocupados debemos estar por la economía?
Todos debemos estar preocupados. Lo que pasa es que cuando se habla de déficit, de marco fiscal, la gente no lo entiende, pero déjeme ponerlo en términos claros. El Gobierno se ha endeudado mucho, es como si una persona usara todas sus tarjetas de crédito, toda su capacidad de endeudarse y los ingresos no le van a alcanzar para pagar su deuda. Eso se llama el déficit fiscal. El proyectado para 2025 por distintos analistas puede terminar siendo de los más altos de la historia de Colombia, violando la regla fiscal. ¿Qué era la regla fiscal? Para que cualquier ciudadano lo comprenda, era un marco para mantenerse en un mínimo de endeudamiento, porque se sabe que no va a poder pagar.
Todos en casa lo hacemos cuando decimos que no nos vamos a endeudar más de tanto, porque no tenemos con qué pagar. Pues, eso es lo que le está pasando al Gobierno y al país. El reto para el próximo gobierno será arreglar las finanzas públicas, pero no le quedará fácil –en especial– porque no hay impuestos que paguen este gran déficit que están usando para el gasto y no para inversión.
Ahora anuncian una nueva reforma tributaria, pero creo que no les alcanzará para cubrir eso. Deben venir soluciones más estructurales.
¿Cómo vislumbra el último año de gobierno del presidente Gustavo Petro, del Congreso, que está a punto de comenzar y, en suma, el rumbo del país?
En general soy muy optimista sobre Colombia siempre. El país ha pasado por momentos peores que los que estamos viviendo ahora, pero sí estamos en un momento delicado de querer acabar las instituciones, de generar incertidumbre, en el que cada día aparecen noticias, y esto parece ya una novela. Por tanto, hay que tener calma, invertir y defender las instituciones.
Se vienen retos grandes para un próximo gobierno y esperemos que el tema de los candidatos, son unos 75, se organice un poco más porque también se confunde a la gente. Pero, reitero, soy optimista.
¿En qué va el Pacto por el Crédito?
Mejor de lo esperado, hemos colocado todo y estamos cumpliendo las metas. El presidente Petro dice que hemos incumplido, sobre todo en el tema de economía popular, pero hemos tenido unas reuniones sectoriales y con el superintendente financiero, y sí hay un gran compromiso del sector financiero por el pacto. Como en nuestro caso también lo tenemos con La Guajira, donde le hemos demostrado al país que sí se puede trabajar con las comunidades indígenas y ya tenemos a 80 de ellas con luz.
Volviendo al foro, también se ha hablado de inclusión financiera. ¿En qué va la implementación del sistema Bre-B, de pagos inmediatos del Banco de la República?
Es un tema indispensable para los ciudadanos porque ahora desde cualquier banco, cualquier billetera, no tienen que estar especialmente en una, pueden hacer transferencias o recibir plata de manera inmediata, solo con dar una llave, que puede ser personalizada o su celular, y gratis.
Será operado por el Banco de la República, mediante lo que se llama la interoperabilidad. Y es muy buena, porque, uno, es gratis; dos, es inmediata; y tres, por la seguridad. En Colombia, donde todavía el 70 % de las transacciones se manejan en efectivo, por los problemas de seguridad, los altos niveles de extorsión en tiendas, barrios, es importante que la gente no maneje efectivo para que no se lo quiten. Nadie tiene que formalizarse, este es un sistema abierto, transparente, del que pueden hacer parte colombianos de todas las clases sociales.
Desde el 14 de julio se podrán registrar las llaves, ¿los bancos del Grupo Aval están listos?
Estamos listos y no lo digo por negocio, porque esto será gratis para todo el mundo. Es realmente un tema de país, de inclusión, para que la gente se vuelva formal en el sistema financiero y con este pack pueda acceder a otras cosas. También, por seguridad física y de su propio dinero.
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