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A propósito de la celebración del Día Internacional de la Igualdad Salarial, decretado por la ONU en 2020, el salario mínimo se ha convertido en debate constante en Colombia. Economistas, gremios, trabajadores y gobierno, cada último semestre, discuten sobre el aumento de este para el siguiente año.

Sin embargo, ha quedado claro que el salario mínimo no denota exactamente la realidad del país en cuanto a su economía.

Como explica el profesor del departamento de Derecho Laboral de la Pontificia Universidad Javeriana Carlos Adolfo Prieto Monroy, el salario mínimo, al menos en Colombia, se ha convertido en una unidad de valor constante, es decir, se usa como medida para algunos valores de aspectos como multas, sanciones u otros temas de materia jurisdiccional.

'El tema de determinar un salario mínimo implica hacer una distorsión, una intervención en el mercado laboral, porque le está poniendo precio a un servicio que concurre en un mercado que en principio debe ser libre y que al ponerle ese precio lo distorsiona. La oferta distorsiona a la demanda y de hecho hace que se surta un efecto, primero de mantener salarios o retribuciones bajas, porque los empleadores lo que hacen es pagar el salario mínimo para cumplir con la ley, y segundo que limita la capacidad de generación de ingresos de las personas', indicó Prieto, en entrevista con EL HERALDO.