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Archivo El Heraldo

Independientemente del alcalde o gobernador que sea elegido hoy, Barranquilla y el Atlántico enfrentan importantes retos en el ámbito económico que deberán hacer parte esencial de la agenda administrativa de los próximos tres años.

Un grupo de profesores del IEEC de Uninorte analizó la situación actual de nuestra ciudad y nuestro departamento, con la premisa de que necesitamos ante todo gobiernos serios y responsables que nos permitan avanzar hacia el desarrollo en el largo plazo.

Según estos, los retos en términos generales están en aprovechar las oportunidades de TLC, mejorar la infraestructura, cuidar las finanzas y trabajar en la recuperación del sur del Departamento.

Cambiar la mentalidad. Debido a nuestra privilegiada posición geográfica, estamos llamados a ser una región protagonista en medio de la dinámica comercial que traerá consigo la implementación de los TLC’s que ha firmado el país. Esto nos plantea el reto de cambiar la mentalidad y formar capital humano para volcarnos hacia el mercado exterior.

'El esfuerzo exportador todavía no es el esperado y depende más de generación espontánea que de un esfuerzo concertado. Es indispensable trabajar en incrementar las capacidades de la ciudad y del departamento en comercio exterior, algo que no debería depender del TLC, tendría que ser un resultado propio de nuestras características geográficas', sostiene César Corredor, director del IEEC.

Después de todo, estos tratados comerciales son oportunidades que hay que aprovechar a través de políticas públicas que nos motiven a hacernos más competitivos. Para el profesor Jairo Parada, lo que suceda dependerá de lo que hagamos para mejorar nuestros propios territorios. 'De lo contrario, el TLC nos pasará por encima y seremos sólo puertos de carga de importación y exportación'.

Tanto gobernador como alcalde deberán apuntarle a dinamizar la actividad económica, mejorar el sector agropecuario y agroindustrial, promover los emprendimientos productivos y preparar al sur para que sea competitivo frente al comercio internacional.
Según el profesor José Polo, el principal reto aquí es apostarle a la innovación y hacer de Barranquilla una ciudad atractiva para el capital de mercados europeos y de Estados Unidos.

En este sentido, se debe consolidar un proceso de formación en capital humano que permita expandir nuestra oferta de recursos al sector servicios, especialmente bajo modelos de subcontratación que aprovechen el estar en la misma zona horaria que Estados Unidos.

'Es un excelente momento para tecnificar el campo, a través de una considerable inversión en ingeniería agrícola que aumente su productividad. Para lograrlo es imperante el estrechar lazos academia-gobierno-sector real, que garantice un incentivo a la investigación y al mismo tiempo la traduzca en una mejora de las cadenas productivas', agrega Polo.

Infraestructura y espacio público. Si bien es un mal que aqueja a todo el país, la inversión en infraestructura no puede ser un tema secundario. Además de mejorar las vías y puertos para movilizar mercancía, Barranquilla requiere modernizar su malla vial antes de que el crecimiento demográfico termine por embotellar el tráfico de la ciudad.

El profesor Andrés Vargas opina que el crecimiento del parque automotor ya supone unos retos de movilidad y convivencia considerables. A esto se suma la carencia de vías amplias que comuniquen a la ciudad de norte a sur de forma rápida.

Asimismo, el espacio público ha sido un concepto olvidado en una ciudad que no tiene planes de cultura ciudadana que propendan por la educación del ciudadano y generen pertenencia y amor por la ciudad. Pero ya los barranquilleros, dice Parada, están exigiendo mayor espacio público, espacios verdes, y mayor protección frente al riesgo climático.

Por otro lado, ya es hora de que se plantee una solución definitiva al problema de los terrenos inestables en varias zonas de la ciudad. 'El alcalde deberá contribuir con soluciones científico técnicas, plenamente identificadas y dimensionadas, para la atención de los problemas de deslizamiento que ha conducido al deterioro de la infraestructura de viviendas en más de 145 barrios', comenta Stybaliz Castellanos.

El asunto de los arroyos, aunque costoso, es un pendiente que también tiene que estar en la agenda, pues es algo incompatible con el desarrollo.

Todos estos retos serán posible de tratar en la medida que haya un buen manejo de los recursos públicos, transparencia en el gasto, vigilancia y control, que es la base de una administración política más eficiente, técnica y menos politizada.

Seguridad alimentaria

Este es un tema que no puede faltar en la agenda para el corto plazo. Uno de los retos en la agenda, en el corto plazo de los elegidos, será cambiar las cifras preocupantes de desnutrición que hay en el departamento: el 7% de los niños presenta desnutrición global, más prevalente en los que tienen entre 12 y 23 meses de edad (9.2%); en zona rural es 9.7%.

El acceso a la alimentación en el Atlántico es bajo debido a distintos factores, entre estos, según Castellanos, está el bajo nivel de ingresos de la población y el poco acceso a los alimentos por variables como la disponibilidad. Aquí hay mucho trabajo por hacer.

Alianza ELHERALDO- Uninorte