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Wulfran hizo parte de la nómina de Junior que conquistó el título en 1980. Hansel Vásquez
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“Varacka me decía que era más importante en el banco que en la cancha”: Wulfran Cervantes

El exfutbolista atlanticense, oriundo del municipio de Campo de la Cruz, fue campeón con Junior en 1980 y en la actualidad es uno de los vendedores de libros que se ubican en la antigua ‘Casa Vargas’.

En el tercer y solitario piso de la antigua Casa Vargas, ubicada a un costado de la plaza de San Nicolás, hay un rincón juniorista. Ahí Wulfran Cervantes, de 69 años, recibe a las pocas personas que deciden ignorar el grueso de libreros que atienden en los dos primeros niveles del edificio y que buscan saber de primera mano las anécdotas del segundo título del equipo rojiblanco.

‘Campero’, como es conocido, dialogó con EL HERALDO y contó detalles de su faceta como librero y veedor de Junior. También reveló algunos detalles de su paso por el América en la época de los narcotraficantes Rodríguez Orejuela, y cómo  José Varacka motivó con dinero a los jugadores rojiblancos para comprometerse por el título de 1980.

 

P.

¿Qué hay de la vida de Wulfran Cervantes?

R.

En estos momentos estoy trabajando con Junior en las divisiones menores. Tengo 20 años siendo veedor y mi trabajo es observar a varios jugadores a lo largo del Atlántico para ver si cumplen con los requisitos para ser parte del equipo. También tengo mi local en la Casa Vargas y la verdad me va bien.

P.

¿Cómo nació esa idea de tener un local para vender libros?

R.

Usted sabe que yo soy economista y por ende me gustan los negocios. Un día vine al centro en plena temporada de libros y hablé con un muchacho para ver si me vendía un puesto para hacer algo. Yo en esa época fui coordinador de deportes de la Olímpica, pero tenía mucho tiempo libre y quería aprovecharlo haciendo otra actividad. Me ha ido muy bien a nivel general. 

P.

Uno llega a su puesto y resaltan más los cuadros de su época como jugador que los libros...

R.

Sí (risas). La gente sube aquí nada más para ver las fotografías y hablarme sobre Junior. Por los libros no viene a consultarme nadie (risas). Esto es un rincón juniorista donde nos congregamos la gente que ama este equipo. Hasta los integrantes de las barras han llegado aquí a tomarse fotos.

P.

¿Extraña jugar a nivel profesional?

R.

Sí, pero yo no he dejado de ser jugador. Yo sigo en las canchas abiertas mostrando mis capacidades y tengo las mismas sensaciones que antes. A mí me gusta divertirme y por eso no he dejado el fútbol. En donde juego siempre soy la figura a pesar de que a la cancha siempre van mis antiguos compañeros en Junior. Esa es la alegría mía y siempre quiero ganar.

P.

¿Cómo inició su carrera deportiva?

R.

 Yo comencé a jugar en Campo de la Cruz y empecé a destacar en los torneos del pueblo. Luego me llamaron a la selección del Atlántico, que me abrió las puertas para ser convocado a un equipo que en esa época se llamaba Scotland, un club profesional donde me pagaban como trabajador. Cada 15 días cobraba y me facilitaban hasta el apartamento. Ellos me dieron hasta universidad. Era mejor equipo en esa época que jugar en el Tolima.

Tras un año me mandaron para el América, donde antes ya había llegado Berdugo (Gabriel).

En el tercer piso de la antigua ‘Casa Vargas’, el ‘Campero’ ha creado un ‘rincón juniorista’ del recuerdo. Hansel Vasquez
P.

¿Cuántos títulos ganó con América?

R.

Solo gané la copa Simón Bolívar, un torneo que involucraba a todos los equipos que fueron liberados por Simón Bolívar. América fue el único equipo de Colombia que lo ganó. También iban equipazos de Brasil que eran invitados. Fue una buena época.

P.

Usted llegó en una época en que América contrataba jugadores de peso...

R.

Ufff, claro. América comienza a armarse en el año 1977 cuando viene Patutini, Pinino Más y Víctor Campaz. Llegó también ‘El Burrito’ González y con él una cantidad de jugadores de primer nivel. Teníamos un equipazo. 

P.

¿Sintió alguna vez que podía perder el puesto?

R.

No, porque yo tenía la facultad de poder jugar en cualquier posición. Yo siempre estaba ahí. Era necesario.

P.

¿Cómo fue la experiencia de jugar con los Rodríguez Orejuela de jefes?

R.

Yo primero tuve una época en América en que los dueños eran unos judíos y luego en el 79 llegan los Rodríguez. Ellos le daban todo a los jugadores. Si querían casa o más dinero. Cuando ibas a su oficina te daban las primas de todo el año en el primer pago.

P.

¿Cómo se dio su paso a Junior?

R.

Yo tenía todo arreglado con América para seguir jugando, pero un periodista de Cali me dijo que Junior estaba interesado en mí y que habían charlas para llevarme. Yo no entendía porque ya yo tenía firmado contrato para seguir, pero me siguieron comentando que eran charlas de los de arriba. El negocio fue entre Miguel Rodríguez y Fuad Char. 

El doctor Gabriel Ochoa, que era el técnico del América, no quería que yo me fuera. Me quería como un berraco, pero luego de que me di cuenta que Junior me quería ya yo empecé a querer jugar en Barranquilla y darle el gusto a mi papá y a la gente del pueblo de jugar con el equipo de mi tierra. 

P.

¿Le quedó faltando algo con América?

R.

Gabriel Ochoa, cuando se enteró que me iba a Junior, me sacó de la concentración antes de jugar un amistoso contra el Argentinos Juniors de Diego Armando Maradona. Eso fue lo único que quizás me faltó.

P.

¿Se arrepiente de haberse ido del América?

R.

No porque después se puso muy peligroso el ambiente en Cali. Habían muchas bombas y toda la guerra con Pablo Escobar. Si hubiera sido por dinero me quedaba en el América, pero quería jugar en Junior.

P.

Llegó a Junior y no demoró en ser campeón...

R.

Sí, pero para mí el mejor equipo de Junior fue el del 79, pese que al siguiente año fuimos campeones. Junior jugaba a otra cosa. Éramos muy buenos.

P.

¿Cómo los convenció José Varacka para ser ese equipo obrero del que todos hablan?

R.

Varacka era una persona que motivaba mucho y era claro en todo. La motivación del jugador es el dinero, lo demás es mentira. Y en eso era experto Varacka para metérselo a uno en el bolsillo. Él hacía que Fuad Char lo mejorara a uno salarialmente y uno inmediatamente se comprometía ahí. Uno se mataba en la cancha por el viejo. Nos matábamos en la cancha por Varacka. Al estar con mejor sueldo y la cosa teníamos un compromiso que no podíamos romper.

En Junior habíamos varios jugadores que nos gustaba el chupe (tomar) y salir, pero hacíamos reuniones para ponernos serios y dejar eso a un lado en las finales. Había demasiado compromiso. Hasta los que no jugaban se cuidaban y estaban metidos en sacar adelante el proyecto.

P.

¿Cuál fue su momento más feliz en Junior?

R.

El día que quedamos campeones en Cali. La felicidad que se sentía era muy grande. Luego de quedar campeones yo me fui para una casa con mi familia en Cali y ahí fue que celebré. Luego llamé a Varacka y le dije que no iba a jugar el juego que nos faltaba con Nacional, pero me pegó un regaño grandísimo que me hizo entender que me había matado en la cancha y que tenía que dar la vuelta en Barranquilla.

Wulfran ‘El Campero’ Cervantes formado con Junior. Es el segundo abajo, de derecha a izquierda.
P.

¿Tuvo algún problema en Junior?

R.

No, nunca. Fue una época muy linda y más porque Varacka me tenía mucha confianza. Él decía que yo era más importante en el banco que entrar jugando de salida. Yo era la solución para cualquier partido. Me faltó ser arquero solamente (risas).

P.

¿Cuál fue el gol más bonito que marcó?

R.

Le hice un gol muy lindo al Cali en 1981. Salí tocando desde la defensa y llegué hasta el arco rival a punta de pared y luego le puse la pelota a un costado del portero. El gol lo construí todo yo, fue muy lindo. 

P.

¿Con quién se entendió más en la cancha?

R.

 Con Fernando (Fiorillo). Dentro y fuera de la cancha (risas). Era mi socio. 

P.

¿Cuáles jugadores rivales lo sorprendieron por su manera de jugar?

R.

Habían varios: Jairo Arboleda, Alejandro Brand, ‘el Gordito’ Monsalve y Gilberto Cuero. Eran bravos.

P.

¿Les pegó alguna patada fuerte?

R.

No, yo nunca entré con mala intención. Para el trabajo sucio estaba Dulio Miranda.

P.

¿Por qué se retiró de Junior?

R.

Tuve unos problemas familiares muy fuertes y decidí regresar a Cali. Intenté montar negocios allá y al tiempo Deportivo Cali se interesó en tenerme. Allá me dijeron que me contrataban porque venía de Junior, un equipo grande (risas). Todo con el fin de echarle vainas al América, pero al año me retiré. Ahí se acabó todo. Se fijaron en mí a los 32 años y eso hablaba del buen nivel que tenía. Luego Bucaramanga se interesó por mí, pero ya estaba cansado y quería estar con mi familia.

P.

¿Qué jugador de la plantilla se parece a usted?

R.

Sebastián Hernández.

P.

¿Cuál es su opinión del equipo rojiblanco actualmente?

R.

Junior tiene que jugar con un 9. Con tantos buenos jugadores que tiene en la mitad de la cancha es obvio que van a crear opciones y por eso es necesario un delantero centro neto.

P.

¿Junior puede ser campeón de la Liga?

R.

Sí, tienen una muy buena nómina. Me gusta Fredy Hinestroza, creo que es clave para que el equipo genere peligro.

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