
“A mí no me interesa ser políticamente correcto”: Iván René Valenciano
El ‘Bombardero’ habló con EL HERALDO de su rol como comentarista futbolístico y de las polémicas que ha generado con sus duras opiniones.
Como jugador fue letal y nunca tuvo contemplación. Y son esas características las que intenta llevar hoy en día a sus comentarios cuando está del otro lado de la barrera, ejerciendo un rol que nunca imaginó ejercer, el de periodista.
Iván René Valenciano se siente “tranquilo” en medio de la controversia. No le “interesa ser políticamente correcto” y por eso habla de frente, sin rodeos, sin maquillar las cosas y sin un “casete en la cabeza”, como el mismo define.
Todo lo que dice, según él, tiene un por qué y mientras exista ese argumento, que fortalece cada una de sus opiniones, duerme tranquilo, porque siente que hace bien su trabajo, así reciba fuertes críticas de sus coterráneos en la Costa, que sienten que nunca defiende lo suyo o a los suyos, como sí hacen, quizá, otros exjugadores que decidieron cambiar los guayos y el balón por un micrófono.
En diálogo con EL HERALDO, Valenciano habló de ese estilo controvertido que ha instituido como comentarista. No se considera polémico, pero entiende que “no a muchos le gusta escuchar la verdad sin tapujos”.
¿Se considera un comentarista polémico?
Yo los comentarios no los hago para exponer a alguien o porque quiero incomodar a alguien. El comentario sale y tiene trascendencia porque se ha vuelto costumbre que cada vez que Iván René Valenciano dice algo, tiene resonancia. Quizá es por lo que soy hoy, por estar expuesto en televisión, por estar en un programa de radio. Yo nunca me meto en el plano personal de ningún deportista o critico a una institución porque me dio la gana de criticarla, todo lo que digo es netamente futbolístico y tiene un argumento.
¿Pero se siente cómodo en medio de la controversia?
Me siento tranquilo. Un día Adolfo Pérez me dijo: ‘cuando tú digas algo o hagas un comentario siempre tienes que tener los argumentos para poderlos defender, si no los tienes, no los digas, porque te va a tocar retractarte y retractarse siempre es complicado en la vida’. Por eso me siento tranquilo, porque mis comentarios siempre tienen un argumento, nunca los hago para hacer daño. Yo no digo: ‘hoy voy a hablar mal de Junior’. No, yo emito una opinión basada en un argumento que tengo. Si el equipo juega mal, lo digo y punto, y si juega bien, también lo voy a decir.
¿Cuando usted emite una opinión, ahora en esta posición de comentarista, nunca le pesa el hecho de haber sido un jugador polémico y poco profesional?
Es que el que habla ahora no es el Valenciano del pasado. El Valenciano del pasado era una porquería, lo sé yo, lo sabes tú y lo sabe todo el mundo. Pero si me pongo a pensar que no puedo criticar porque tengo ‘rabo de paja’, entonces no puedo ejercer esta profesión. Yo sé que no tengo el derecho de juzgar a nadie en lo personal, por eso todos mis comentarios los hago en el plano futbolístico. Voy a casos puntuales. De Viera dije que no sabía cortar un centro y di mis argumentos. De Junior manifesté que era un desastre, cuando perdió el primer partido del cuadrangular, pero lo dije por lo que el equipo mostró en la cancha. Luego mejoró y terminó clasificando a la final. Lo que pasa es que ustedes los periodistas son más políticos, y a mí no me interesa ser políticamente correcto. Yo digo las cosas como las pienso y como las veo.
¿Usted cree que ha tenido ligerezas al momento de dar informaciones? Por ejemplo, cuando dijo que Junior no tenía un bus para transportarse y cuando afirmó que había tres jugadores contagiados de coronavirus...
De pronto no ligereza, sino mal manejo de la información. Alguien muy cercano al club me dijo algo y no pregunto, no corroboro. Si yo no veo el bus, lo más lógico es indagar si es verdad que no tienen. Lo del coronavirus, tenía que esperar que el club diera un informe de las cosas, no salir a decir lo que dije. Uno como comentarista no debería meterse en eso, porque lo mío es simplemente el análisis de un juego. No es informativo, no es de periodista.
¿Reconoce que se equivocó en esos dos casos?
Sí, claro, y cuando me he equivocado lo he reconocido. Repito, lo mío no es la información y ahí sí puedo pecar, lo mío es el análisis. Con esto he aprendido. De ahora en adelante, cuando me pasen la información, así sea de una fuente confiable, no la voy a decir de buenas a primeras, porque eso no es lo mío… así otro periodista después la diga y me ‘chiveen’, como dicen ustedes.
Se ha dicho que tiene un resentimiento con Junior. ¿Eso es cierto?
¿Qué puedo tener yo en contra de Junior? Siempre me hago la misma pregunta. A Junior lo estoy acompañando desde los 12 años, cuando mi papá comenzó a llevarme al estadio. Soy hincha. Lo vi campeón en el 77 y en el 80. Luego debuté con la rojiblanca en el 88, fui campeón dos veces, soy el máximo goleador histórico del club. Junior me vendió a Italia y luego a México. Yo no tengo ningún resentimiento con Junior, por el contrario, estoy es agradecido. Pero es que mi trabajo no es decir que ‘Junior es tu papá’. La gente no ha entendido que yo ahora estoy en otro rol. Mi rol es alabar o exaltar lo bueno y criticar lo malo.
¿No cree que de pronto el problema es la forma como termina diciendo las cosas? Por ejemplo, en el caso de Junior, lo que le dolió al hincha, a los jugadores y al técnico fue decir que el equipo no sumaría ningún punto en el cuadrangular, siendo ellos los actuales bicampeones. Y en el caso reciente de Michael Ortega, el afirmar que mejor se vaya a jugar al Huila...
Esa es mi forma de ser, mi forma de hablar. Uno no debe maquillar las cosas para quedar bien con todo el mundo. El ser así es lo que me ha hecho crecer en este rol en el que estoy hoy en día. Yo arranqué en esto del periodismo siendo nada y mi trabajo, de la forma como lo hago, me llevó a cubrir el Mundial de Rusia-2018. A mí no me llevaron al Mundial porque yo hablo bien del Junior, me llevaron porque tengo criterio y porque el trabajo que hago a la gente le gusta, no solo en Barranquilla y la Costa, sino a también en el interior. Una vez le escuché a Teo que yo estaba hablando mal del equipo que me dio de comer. Sí, me dio de comer, pero… ¿cuándo me retiré Junior me siguió dando de comer? ¿Cuándo se retire Teo, Junior le va a seguir pagando, le va a seguir dando de comer? Pareciera que como jugué en Junior y soy el goleador histórico del club no puedo criticarlo. Ojalá venga alguien y me quite el título de goleador para que se acabe tanta vaina. No me voy a morir. Hoy estoy en un rol en el que debo decir las cosas como las pienso y lo hago con vehemencia, pero mucha gente cree que lo digo por rabia o porque estoy resentido. Para nada.
¿Cómo lo han tratado al venir a Barranquilla?
Yo he ido al Metropolitano después de haber dicho que Junior no gana un punto y nada ha pasado. Fui a verlo contra el Cúcuta, el día que ganó 1-0, y no pasó absolutamente nada. Al contrario, entré al estadio y la gente pidiéndome fotos y saludándome. Tal vez el que se molesta es el que siempre va a buscar una excusa para que su equipo no se vea mal
¿Cuál es su referente en el periodismo?
No tengo un estilo de algún periodista porque en realidad lo mío es muy natural. Yo cuando voy a entrevistar a alguien no tengo casete, no preparo las preguntas ni nada. Si me vas a poner a elegir, ese sería Hernán Peláez porque lo tuve de compañero en mi primer programa. Hablar con Hernán de fútbol es un honor. Uno lo escucha y se queda pensando: ‘¿este man cómo hace para tener una biblioteca en la cabeza?’ Él me enseñó algo que siempre resalto: ‘cuando tienes una idea, cuando tienes algo que compartir, hazlo, que no te de temor, porque a veces a las personas les da temor decir las cosas por las consecuencias que vienen. Eso te va a hacer cada día mejor persona’. También me recomendó que nunca me metiera en la vida privada de nadie, que eso no es de nuestra incumbencia, que solo debía meterte en el rol que me compete, que es el deportivo.
¿Se arrepiente de algo que haya dicho?
De nada, porque nunca he ofendido a nadie y siempre he tenido un argumento para decirlo. Por ejemplo, vámonos al caso más reciente que fue el de Michael Ortega. Futbolísticamente nunca ha aportado nada, sé más de sus escándalos personales que de su fútbol. Yo respondí a una pregunta que hicieron y dije que ya para qué. Y tomé como referencia lo que me pasó a mí. Yo hoy, a los 48 años, me mato haciendo ejercicio para verme mejor y digo a veces: ‘ya para qué’. Esto debí hacerlo cuando era futbolista, no ahora. Es a lo que yo me referí. No es nada en contra de Michael. Ahora, por muy bien que te entrenes, ya no te van a pagar lo que te pagaban antes.
¿Qué pensaría el Valenciano jugador del Valenciano periodista?
No sé… tendríamos problemas, pero creo que al final lo entendería. Un día, en una rueda de prensa, estaban Comesaña, Alexis Mendoza, Pazo, Pacheco y yo. Y Óscar Forero hizo una pregunta: ‘profe, ¿qué piensa de que a la derecha suya estén dos jugadores que dieron mucho de qué hablar fuera de la cancha y del otro lado estén dos jugadores que son un ejemplo para la institución?’. Yo me paré y le iba a meter la mano de la rabia que tenía (risas). Hace un año me encontré a Óscar en Medellín, nos sentamos a tomarnos un café y recordamos el hecho. Yo al único periodista que escuchaba era al ‘Negro’ Perea, entonces quizá no escucharía al Valenciano periodista (risas). Con Perea tuve solo un inconveniente. Un día me vio comiendo chicharrón en la 38 y tomándome unas cervezas a las 11 de la noche. Me saludó con su acostumbrado: ‘qué tal campeónnn’. Y se fue. Al día siguiente en el programa me dio con todo, a pesar de haberme saludado de lo más cordial. El domingo jugamos y yo hice dos goles. Ese día dije: ‘cuando venga (Hugo Luis) Urruchurto a entrevistarme se la voy a cantar al ‘Negro’ Perea’. Hugo llegó, me puso los audífonos y el ‘Negro’ de una, sin dejarme hablar, comenzó a decirme con su típico tono de voz: ‘goleadorrr, goleadorrr... el matador mataaa... el mejor atacante del país’. ¿Qué hice? Me tocó tragarme las palabras y le dije, ‘joda ‘Negro’, muchas gracias por tus palabras’. ¡Me acabó! (risas). Ese tipo era único (risas).
¿Y qué le preguntaría al Valenciano jugador?
Sabes qué le preguntaría yo al Valenciano jugador, le preguntaría: ‘loco, ¿usted por qué es tan vago?’. ¿Sabes por qué? El que analiza el fútbol se da cuenta que dentro del campo Valenciano era un vago que simplemente dependía de sus goles. Yo no marcaba, no corría para recuperar una pelota, me quedaba parado y mis compañeros corriendo como locos, pero cuando la tenía me volteaba y metía el gol, y la gente salía feliz… pero en realidad era un vago. En estos días estaba viendo unos partidos míos y dije: ‘joda, que tipo tan vago era yo’. Yo no hacía ni sombra. Y sabes qué, que el Valenciano futbolista me hubiese respondido: ‘y para qué necesito hacer eso si yo lo que sé hacer es goles, no ves que meto de a dos por partido’. Y me iba, dejando al Valenciano periodista con la palabra en la boca.
¿En su actual rol entiende un poco más la labor del periodista?
Totalmente, y la respeto. Ahora la entiendo mucho más. Te voy a comentar algo. Escuché a muchos periodistas que buscan a Teo para una entrevista y resulta que Teo siempre dice que no. Pero un muchacho, que no tiene nada que ver con periodismo, que es ‘Tajadita’ (Juan Ignacio Abuchaibe), le hizo un ‘Instagram live’ y Teo habló de todo. Eso lo pone a pensar a uno y lo desmotiva. Hoy el trabajo del periodista es tratar de poder entrevistar al jugador de fútbol, de poder tener una nota con él. El jugador de fútbol no está en la obligación de dársela, pero por lo menos debe tener respeto por el periodista. Esas son las cosas que hoy, de este lado, no comparto. O sea, al periodista tienes que atenderlo con respeto y si no puedes en el momento, por X o Y motivo, decirle: ‘hey loco, llámame mañana o llámame tal día y la hacemos’, y cumplirle, si te comprometes. Así quedas bien. Sé que a veces es difícil, porque el jugador no es dado a hablar, pero cuando tenga el chance y la posibilidad, lo debe hacer. El periodista es el medio por donde te puedes relacionar con los hinchas, que son los que se mueren por saber de ti. Hoy yo llamo a Jarlan (Barrera) y me dice: ‘joda es que no puedo, por no sé qué vaina’. Llamo a Vladimir Hernández: ‘joda Iván, es que no me dejan’. Le marco a Santos Borré: ‘nada, toca pedir permiso al club’. Le escribo a Muriel y ya ni me contesta. Antes, cuando era solo un exjugador, sí lo hacía de una. A todos los que tú llamas te dicen que no, pero van y los llaman los amigos para que les hagan una vaina en Instagram y ahí si salen. Eso no me parece justo. Yo te llamo para hablar de fútbol, no para saludarte, ni para meterme en tu vida. Trato de entender a los jugadores, pero hoy esas cosas no las comparto, a pesar de que yo, cuando fui jugador, hacía lo mismo. Por eso te digo que, estando de este lado, los entiendo perfectamente.