Luz Marina Castro se tiró a la pista al cruzar la meta de los 400 metros con vallas y se persignó. El reloj indicó que había empleado 1 minuto, 07 segundos, 31 centésimas (estuvo a dos centésimas del récord departamental de Everlis Ospino en Bucaramanga 2007). Se tiró de bruces y dio media vuelta para quedar boca arriba mirando al cielo con los brazos estirados, respiración anhelosa y una tribuna encendida que se emocionó con su carrera, dijo:
'Dios mío cómo hice esto', dijo Luz Marina.
Nadie esperaba su victoria. Ni Joan Manga que contó ocho prácticas en 45 días de su dirigida en esa prueba. Por eso saltó desde la tribuna y la buscó con la emoción del primer entrenador que tiene a su primera campeona nacional sub-18.
Luz Marina tampoco le tenía afecto a la carrera de la vuelta completa con obstáculos. Sufre con el lactato, y dice que lo suyo es la velocidad, los 110 metros con vallas que impactó con un triunfo en un departamental ante la juvenil Miriam, y en el sub-18 fue cuarta (15 segundos 51 centésimas).
El sábado antes del pistoletazo de los 400 metros con vallas probó 4 veces la salida que no le dieron para la primera valla. 'No sentía cansancio, y la final no tuvo semifinales. Corrimos de una'.
Desde el carril dos y teniendo a tres rivales en las calles arriba, Castro arrancó y pasó todas las vallas con la pierna izquierda con soltura, y después de las seis se puso al frente en la primera recta de la pista. Al entrar en los últimos 90 metros y dos vallas por superar, Luz Marina pasó al frente, con la valleucauna Sayuri Rentería y la antioqueña Laura Palacios a su estela, y ganó.
En el podio, ayer con un sol de justicia a su espalda, escuchando el himno de Atlántico en el estadio y con la medalla en el pecho, su sonrisa, ojos negros que abre para afirmar que esos últimos 10 metros los corrió 'como los último de la vida', se emocionó. Su primera carrera de victoria la vio su abuela Luz Sáenz desde la tribuna y el docente de Química, Saúl Mejía.
'Cuando llegué a mi casa, mi abuela pasó por la calle y a todos los vecinos les decía: ‘Saluden a la campeona’. Mi abuelo, que no sé por qué no quiso ir, lloró de la emoción al ver el video de la carrera. Me llamó mi papá desde Panamá, mi mamá, que estaba en Taganga con mi hermana. Dormí bien esa noche'.
Luz Marina Castro solo ha corrido tres carreras de 400 metros vallas y ya es campeona sub-18.
Lluvia y chuzos de carne
A Rafael Escobar se le escapó el primer lugar en los 100 metros planos ese sábado de éxtasis para Luz Castro. El santandereano Hugo Thyme le sacó el triunfo en los últimos 10 metros (11'30). Una tenue lluvia incomodó a Rafael que admitió que corrió con los ojos cerrados, que sintió que las zapatillas no agarraban. El 11'43 y medalla de plata no superó el hectómetro en las semifinales: 11'11.
Escobar integró el 4x100 de Atlántico con Justin Garizáblo, Leonardo Valencia y Alfredo Verdecia, quienes lograron el segundo lugar detrás de la posta de Antioquia. 'Nos dolió esa medalla de plata. En mi caso había hecho la prueba de salto y me sentí con una dificultad para respirar', dijo Alfredo Verdecia. El joven que no descansará porque esta semana tendrá Intercolegiados, fase municipal, se despidió diciendo que tampoco iba a descansar. 'Me espera la venta de chuzos de carne para ayudar a mi mamá'.<






















