Féiver Mercado, el galapero que conquista gracias a sus goles
El atacante atlanticense se marchó a los 11 años a Cali, donde se formó como futbolista. Hoy en día es figura con el Cortuluá y el artillero de la Liga Águila I.
Sus goles tienen acento valluno, pero su primer grito fue con tono atlanticense. Cualquiera que lo escucha hablar diría que es de Palmira, Cartago, Buga o cualquier otro municipio del Valle del Cauca. Es de Galapa, pero conoce más a Cali que a Barranquilla. A los 11 años Féiver Mercado dejó su pueblo natal para marcharse a la Sultana del Valle y comenzar a darle vida a su sueño de convertirse en un futbolista profesional.
Comenzó marcándole goles a la puerta de su casa, hoy los anota en los diferentes arcos de las canchas del país y sus tantos aparecen de primero en la tabla de artilleros de la Liga Águila. Hoy Féiver comprende que las levantadas a las 6 de la mañana a darle patadas al balón surtieron efecto y su mamá, Ilda Rosa Galera, se ríe de los regaños que le daba de niño por ensuciarle las paredes con el balón.
El camino de Féiver se iluminó con la Selección Atlántico y gracias a una publicación en un periódico en donde aparecía como el goleador del torneo. La buena cifra de goles que tenía hizo que un reconocido empresario se motivara a ver a ese chico que comenzaba a despuntar. Mercado no decepcionó al empresario, ese día se lució y con el uniforme de la Selección Atlántico le convirtió tres goles al Atlético Colombia.
“Hernando Ángel me vio jugando en Barranquilla gracias a un periódico donde había salido yo de goleador. Ese día recuerdo que jugaba la Selección Colombia en Barranquilla y él fue al estadio porque le llamó la atención los goles que yo llevaba. Ese día me fue bien y anoté tres goles. Después Hernando Ángel habló con mi papá y con el club San Antonio, que era al que pertenecía. Se pusieron de acuerdo y me llevó al Boca Juniors de Cali, donde terminé de formarme como futbolista”, cuenta el atacante de 26 años.
Féiver continúo convenciendo con sus goles y el siguiente en valorar su capacidad de goleador fue el técnico Néstor Otero. En un partido clave, Féiver escondió estar enfermo, saltó a la cancha confiando en sus virtudes y dejó las adversidades a un lado. Una vez más lo volvió a hacer, como cuando tenía 11 años, y dos goles al América fueron el tiquete para ganarse un cupo en el Deportes Quindío.
“Ese día amanecí con varicela y no dije nada. Cuando se dieron cuenta, me sacaron, pero ya había marcado dos goles. Néstor Otero me vio y después cuando regresé en enero me dijeron que debía presentarme a hacer la pretemporada en el Quindío, ahí comenzó mi historia”, agrega lleno de felicidad.
Los 10 goles que suma en la presente temporada en la Liga no sirvieron para clasificar al Cortuluá, pero sí para volverse a robar las primeras páginas deportivas de los diarios de Cali y del Valle del Cauca. Ser el goleador de la Liga Águila lo llena de alegría, pero reconoce que no ha sido una tarea fácil y que aún compite con grandes delanteros que juegan en equipos que están clasificados a los cuartos de final de la Liga Águila.
“Soy el goleador de la Liga y el jugador con más asistencias. Se ha hecho un gran trabajo. Quiero ser el goleador, es difícil por lo grandes delanteros que tengo cerca. Quiero que el trofeo de la liga se lo gane un galapero”, apunta con firmeza.
En Colombia quiere seguir escribiendo su historia como mejor ha sabido hacerlo. Aunque sus compañeros le digan que de costeño no tiene nada, a su pueblo no lo olvida. Le agradece a toda la gente de Galapa por el recibimiento que le dan cada vez que llega. Ya infló las redes de la cancha la Candelaria (donde comenzó a jugar), las de Valle del Cauca y las de Colombia, ahora desea que sus próximas celebraciones sean en el extranjero. “El gran sueño es jugar en Europa. Quiero seguir festejando mis goles por fuera de Colombia, pero todo eso es con trabajo y dedicación”, sentencia.
