El Heraldo
La fe y religiosidad de Dónovan Solano se ve reflejada durante los juegos de los Gigantes. EFE
Deportes

Dónovan Solano, un pelotero con una fe ‘gigante’

El barranquillero conectó el primer jonrón colombiano de la temporada y está teniendo un muy buen inicio con Gigantes. Su average se elevó a 500.

Nunca ha bajado los brazos. Dónovan Solano siempre da la pelea aferrado a su talento, a su disciplina y, sobre todo, a una fe de acero, inexpugnable y gigante que mueve su bate con fuerza, que mueve su guante con precisión y que mueve cualquier montaña que se ponga en su senda como beisbolista.

“Dejo todo en manos de Dios y confío siempre en lo que Él pueda hacer”, repite Solano en sus entrevistas recordando y recalcando quien le marca la ruta.

Jamás dejó de creer en sus cualidades deportivas y su capacidad de lucha. Ni siquiera cuando muchos dudaban de su regreso a las Grandes Ligas tras dos años en ligas menores (2017 y 2018).

Después de cuatro temporadas consecutivas con los Marlins de Miami (2012-2015), equipo del que fue Novato del año (2012) y Mejor jugador defensivo (2013), Dónovan no tenía claro su panorama al terminar jugando en los New Orleans Baby Cakes, de la categoría Triple A.

Sus números en los 55 partidos que alcanzó a jugar con Marlins en ese 2015 no fueron los mejores y había un interrogante enorme sobre su destino. Pero al que le van a dar, le guardan, y en 2016 Solano firmó un contrato de liga menor en los todopoderosos Yankees de Nueva York, “el Real Madrid del béisbol”, como él mismo lo definió. 

El barranquillero se convirtió en el primer colombiano en jugar en los llamados ‘Mulos del Bronx’, aunque solo lo hizo en nueve duelos, y el primero en conectar un jonrón ahí.

Luego de esos capítulos históricos en la popular novena neoyorquina se vinieron dos años en los que no subió a Las Mayores. En 2018 se unió a Los Ángeles Dodgers con vínculo contractual de liga menor, pero no pasó de Triple A.

En enero del año pasado, cuando solo había dado de que hablar meses antes en los Tigres de Licey en la temporada invernal del béisbol dominicano, ya con 31 calendarios a cuestas (cumple 33 el 17 de diciembre), Solano recibió, otra vez con contrato de liga menor, la oportunidad que significó su resurgir en Grandes Ligas. Disputó 81 encuentros y concluyó con un promedio ofensivo de 330, el mejor de su carrera en la élite peloteril.

El currambero, que llegó al béisbol organizado como futurible de los Cardenales de San Luis, juega en todas las posiciones del infield y hasta en los jardines. Se ha convertido en un utility.

En lo que va de la temporada, Dónovan Solano ha jugado en la segunda y tercera base. EFE

En la atípica temporada que se está jugando actualmente por la pandemia, sin público y con solo 60 partidos regulares, entre otras novedades, Solano, que ya no comparte la lucha beisbolera diaria con su hermano mayor, el receptor Jonathan Solano, quien anunció su retiro en marzo de este curso, empezó bien y trabajando, como siempre, para ganarse a pulso y con fe un puesto en el equipo. 

El miércoles pegó su primer jonrón de 2020. Jugando en la tercera base y en el séptimo turno al bate, fue vital en la victoria de los Gigantes de San Francisco 7-6 sobre los Padres de San Diego, en el Oracle Park, casa de la novena franciscana.

Solano empujó la primera carrera de los Gigantes en el segundo episodio con un sencillo al jardín central  y después se convirtió en el primer pelotero colombiano que consigue un vuelacercas en esta campaña en el octavo episodio. Ante el relevista Craig Stammen, en conteo de 2-1, con dos outs, dos compañeros en base (Alex Dickerson y Brandon Crawford) y con la pizarra en contra de su equipo 6-3, el currambero se paró en la caja de bateo y despachó una linea directa que pasó por encima de la barda del bosque izquierdo y significó tres carreras para poner 6-6 el tablero.

El colombiano se fue de 4-2, con cuatro rayitas empujadas. Posteriormente, en la novena entrada, Mike Yastrzemskip pegó el vuelacercas que marcó la diferencia. El guardabosques bateó dos de los cuatro jonrones con los que Gigantes derrotaron a los Padres.

En la noche del jueves, en otro duelo ante los Padres, ostentando 400 de average en sus cifras, Dónovan fue puesto como tercer bate por el mánager Gabe Kapler y no decepciónó (ver nota aparte). Aunque los Gigantes perdieron en extrainnings ante Padres 12-7, el currambero se lució. Se fue de 5-4, con tres dobles, dos carreras impulsadas y una anotada. Su promedio ofensivo se elevó a 500.

Una muestra más de la calidad, carácter e inquebrantable fe del menor de los Solano.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.