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Diego León Osorio, del cielo al infierno

El exjugador antioqueño se destacó en la década de los 90 como uno de los mejores laterales de nuestro país, siendo importante en la Selección Colombia. Tras el retiro, ha sido detenido en tres oportunidades por tráfico de estupefacientes.

Diego León Osorio (21 de julio de 1970) sigue borrando con el codo lo hecho con las manos… o en este caso, con los pies. El exjugador antioqueño, de 52 años, completó el pasado 9 de abril su tercera detención —pasó por lo mismo en 2022, en Miami, y 2016, en Rionegro— por tráfico de estupefacientes, al intentar llevar 1.849 gramos de cocaína a España, escondida en la plantilla en varios tenis. Un nuevo lunar en la vida de uno de los grandes laterales que ha dado el fútbol de nuestro país.

Tras ‘colgar los guayos’ en 1998, vistiendo los colores de su amado Atlético Nacional, Osorio comenzó una vida totalmente opuesta a la que llevaba como futbolista, destacándose en clubes como Medellín y Nacional y en la Selección Colombia, con la que jugó dos Copas América, unos Juegos Olímpicos (Barcelona 1992) y un Mundial Juvenil (Arabia Saudita, 1989).

Diego León pasó de acariciar el balón con su técnica depurada a ser detenido en varias oportunidades por la justicia, quedando expuesto en la palestra pública, donde incrédulos ven cómo echó a perder su vida uno de los grandes talentos que dio el fútbol colombiano en la década de los 90.

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El exlateral debutó en 1987 con la camiseta del Deportivo Independiente Medellín (en un partido ante el Atlético Bucaramanga). Ese mismo año tuvo la oportunidad de jugar el Mundial Juvenil que se llevó en Arabia Saudita, donde ‘la Amarilla’ llegó hasta la fase de cuartos de final.

Desde su arranque se proyectaba con un jugador a tener en cuenta. Su técnica, elegancia, visión de juego, vocación ofensiva y ese atrevimiento lo hacían ver como un futbolista con unas virtudes escasas en nuestro balompié. Tenía, sin duda, espíritu de delantero, brindando espectáculo en las distintas canchas de nuestro país.

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En 1991 cambia de bando, dejando atrás los colores del Medellín para enfundarse la camiseta de su archirrival, el Atlético Nacional, equipo con el que logró los únicos títulos que levantó en su carrera, las Ligas  de 1991 y 1994 y mucho más adelante la Copa Interamericana de 1997 y la Copa Merconorte de 1998.

Sus mejores años con la Selección los vivió entre 1991 y 1993, participando en ese lapso en dos Copas América, la de Chile 1991 y la de Ecuador 1993, donde ‘la Amarilla’ ocupó el cuarto y tercer lugar, respectivamente. También tuvo la oportunidad de disputar los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, donde el combinado patrio fue eliminado en fase de grupos. Osorio fue el dueño de la banda izquierda en todos esos torneos.

Una lesión en su rodilla derecha, en 1994, fue mermando su capacidad, sin acabar del todo con su carrera. Tras ese percance fue perdiendo velocidad y fuerza. “Se me dificultaban los desplazamientos después de 30 metros, pese a eso logré tener algo de continuidad y seguir destacándome”, dijo en algún momento.

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Luego de su paso por Nacional, vistió los colores de Santa Fe y del Junior. Acá a Barranquilla lo trajo, en 1996, Carlos ‘el Piscis’ Restrepo, técnico campeón con el cuadro rojiblanco en 1995. Su paso por ‘Curramba’ fue fugaz, pasando más tiempo en el departamento médico que en las canchas.

De Junior saltó a Nacional, donde finalmente se retiró en 1998 a los 38 años. “No pude renovar con Nacional. No quería jugar en ningún otro equipo y por eso decidí hacerme a un lado”, afirmó.

Una de sus grandes frustraciones fue no jugar un Mundial con la Selección, lesionándose a pocos días de la máxima cita de Estados Unidos 1994. “Participé en varios procesos mundialistas, pero mis lesiones no me dejaron jugar ninguno”, recuerda.

A Diego León Osorio le espera, nuevamente, una condena, la cual, por el momento, la pagará con detención domiciliaria. Su pasado futbolístico sigue ahí, en los anales de la historia, pero su presente sigue opacando a ese jugador atrevido, que dejó huella en la Selección, el Medellín y en Atlético Nacional.

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