Willer Ditta la está rompiendo en Argentina. Le llueven elogios de la prensa y la hinchada por su desempeño seguro y combativo en la defensa de Newell’s Old Boys. Su sorpresiva llegada al conjunto rosarino resultó una buena escapatoria a la presión y animadversión que envolvía a su nombre en el ambiente Junior por algunos parpadeos en la cancha y una falla fuera de ella.
En medio de tanta ojeriza, Ditta necesitaba un nuevo aire, un entorno más agradable. Y en Rosario lo ha conseguido. El zaguero de la Jagua de Ibirico (municipio cesarense del que orgullosamente se siente hijo, aunque su documento de identidad dice que nació en Bogotá), se ve recargado, remozado, motivado.
Después de su paso exitoso por Junior –exitoso porque solo su último tramo se nubló, tuvo más luces que sombras en su recorrido como rojiblanco, su participación en dos estrellas, dos títulos de Superliga y un subcampeonato de Copa Sudamericana lo confirman—, Ditta encajó en el club ‘leproso’ y ya existen rumores del interés de ese y otros equipos en adquirir sus derechos federativos y económicos, que siguen siendo del cuadro caribeño.
‘Willy’, como lo llaman ahora sus compañeros argentinos, habló con EL HERALDO. Luce reflexivo. Reconoce equivocaciones del pasado. Siente que ha madurado deportiva y personalmente. Cuenta pasajes serios y jocosos de su experiencia en el exterior. Está feliz, disfrutando su momento y sin resentimientos ni rencores con el juniorismo. Para nada.
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