Una obra de arte de Pedro González 'Pedri', en el primer tiempo, y otro gol de Pierre-Emerick Aubameyang en el segundo dieron la vuelta al tanto inicial de Marcao para el Galatasaray (1-2) y clasificaron al Barcelona para los cuartos de final de la Liga Europa.
Los azulgranas, tras el empate sin goles de la ida disputada en el Camp Nou, finiquitaron de nuevo la eliminatoria a domicilio, como hicieran hace tres semanas en el Estadio Diego Armando Maradona de Nápoles.
Y eso que empezó el partido demasiado movido para los intereses del Barça, que vio como el Galatasaray pudo adelantarse a los 5 minutos en una contra que evitó, in extremis, Jordi Alba, tapando el disparo dentro del área de Gomis cuando este se disponía ya a batir a Ter Stegen.
El propio Gomis cabecearía forzado un saque de esquina en la jugada siguiente, mientras el conjunto azulgrana se esforzaba en bajar las pulsaciones del choque a través de la posesión.
Ferran Torres, Frenkie de Jong y Pedri lo intentaba en los minutos siguientes con sendos disparos, pero ninguno de ellos entre los tres palos.
La más clara fue la de De Jong, que recibió un pase filtrado de Sergio Busquets en su desmarque de ruptura, pero no estuvo acertado en la finalización, pues su tiro se marchó rozando el palo izquierdo de la portería visitante en su mano a mano con Iñaki Peña.
El Galatasaray, jaleado por un Nef Stadium en pie que intentaba emular al viejo Ali Sami Yen, replicaba con un par de internadas por la derecha de Babel. En la primera, el punta neerlandés disparaba centrado a las manos de Ter Stegen; en la segunda forzaba un saque de esquina que acabaría en el 1-0.
Cicaldau sacaba el córner para que Marcao se adelantara a Ferran Torres y rematara en plancha a gol a los 28 minutos. Pero el Barça de Xavi Hernández anda crecido y además cuenta en sus filas con un superclase como Pedri para echarse el equipo a la espalda cuando las cosas se tuercen.
El canario volvió a hacerlo en Estambul, ofreciéndose en cada jugada, asociándose entre líneas con Busquets, De Jong y Ferran en busca del empate.
Primero lo probó sin puntería desde fuera del área antes de protagonizar la jugada de la noche. De Jong, Ferran y Pedri combinaban de primeras a toda velocidad para que el de Tegueste parase el tiempo al internarse en el área e hiciera desplomarse a dos defensas rivales fintando por dos veces con su cuerpo menudo antes de batir de forma sutil a Iñaki Peña.
Solo habían pasado nueve minutos desde el tanto local y el Barcelona había vuelto a igualar el partido. Y lo más importante, volvía a sentir que tenía el control de la eliminatoria.
Aún lo hubiera sentido más si Aubameyang hubiera marcado el segundo en la última jugada antes del descanso, pero el gabonés cabeceó al larguero antes de que el árbitro señalara el túnel de vestuarios.
Xavi sentaba a un impreciso Adama y daba entrada a Dembélé al descanso, confiando en que el imprevisible talento del extremo francés decantara el partido del lado visitante. Pero hoy el Mosquito no tuvo su mejor día.
Al Barça tampoco le hizo falta, pues marcó el 1-2 al inicio de la segunda parte en una triple ocasión de Sergio Busquets, Pedri y Aubameyang. Al remate de los dos primeros respondieron los reflejos de Peña, pero el meta alicantino nada pudo hacer cuando Frenkie de Jong recogió su segunda rechace y regaló el balón a 'Auba' en línea de gol.
Dest se lesionaba a los diez minutos de la reanudación al frenar una internada de Aktürkoglu, la estrella del cuadro otomano, y Xavi daba entrada en el lateral derecho a Araujo, al que había vuelta a dejar de salida en el banquillo por los problemas que tuvo el uruguayo para sacar el balón jugado desde el eje de la zaga en la ida.
El Galatasaray por primera vez se veía por debajo en la eliminatoria y adelantó algo sus líneas. Domènec Torrent cambiaba de '9' -Mostafa por Gomis- y Van Aannholt lo intentaba de lejos, pero su disparo se marchaba alto.
El Barcelona sufría poco atrás, salvo por alguna internada de Aktürkoglu por la izquierda, pero encadenaba pérdidas en el centro del campo y ya no se acercaba al área local.
Sin embargo, el cuadro otomano, muy justo de gasolina, fue perdiendo la fe en forzar la prórroga y el árbitro tuvo que parar el choque, a falta de cinco minutos para el final, ante las protestas de Jordi Alba por el lanzamiento de varios objetos al terreno de juego desde la grada, algo que benefició al conjunto catalán.
Tras esta interrupción, el Barça volvió a adueñarse de la posesión y el Galatasaray ya no le volvería a inquietar. Al contrario, fueron Memphis y Dembélé quienes pudieron sentenciar en el añadido, aunque sus disparos finalmente no encontraron puerta.
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