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El domingo 22 de octubre, a las 5:02 p.m., le envío un mensaje a Édgar Rentería a través de WhatsApp para acordar esta entrevista. Diecisiete minutos después, el pelotero más grande que ha parido Colombia, agenda la cita.  

Caminando por las atractivas calles de Nueva York, el ‘Niño de Barranquilla’ atiende el lunes mi llamado. Su voz desnuda la efusividad que siente cuando le transmito que mi intención es hablar de aquel episodio apoteósico, hace 20 años, cuando conectó el ‘hit de oro’ que le dio la Serie Mundial a los Marlins de la Florida. 

Una noche mágica donde el himno de Colombia y el nombre de Barranquilla tuvo protagonismo en el diamante de una organización que alcanzaba su primer anillo con solo cuatro años de fundación.