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Alemania y Argelia protagonizarán unos octavos de final marcados por la sed de venganza de Argelia, con ganas de enterrar una historia de pactos del Mundial de España 1982 y por la necesidad germana de no fallar para seguir adelante en un torneo que no consigue desde hace ya 24 años.

El favoritismo de los hombres de Joachim Löw debería pasar por encima del conjunto africano, una de las sorpresas agradables del Mundial de Brasil. Sin embargo, el conjunto germano no debe fiarse de un equipo con muchas ganas de cerrar una vieja herida que en el cuadro germano no quieren recordar.

Bastante tienen con centrarse en llegar a la final para levantar el título. Desde el Mundial de Italia 1990 no lo consiguen y desde entonces han alcanzado una final (Corea y Japón 2002), dos semifinales (Alemania 2006 y Sudáfrica 2010) y dos cuartos (EEUU 94 y Francia 98).

Los bávaros prefiere centrarse en sus ganas de llegar lejos en el Mundial que en una vieja historia de hace 32 años a la que no ven ningún sentido en recordar, como afirmó Löw antes de viajar a Porto Alegre, ciudad donde se disputará el partido.

Los europeos no quieren rememorar el bochornoso pacto con Austria del Mundial de España 1982, arreglo que le daba la clasificación a las dos selecciones y eliminaba a Argelia en la fase de grupos. Sucedió en el estadio de El Molinón, ambos equipos firmaron un 1-0 en una pantomima futbolística que indignó a un público que acabó increpando a unos jugadores que durante 80 minutos decidieron no atacar para conservar ese marcador beneficioso.

Argelia se despidió de aquel Mundial pese a que ganó dos encuentros (Alemania y Chile) y desde entonces guarda esa historia en un cajón que ha abierto 32 años después.

Por eso, los zorros del desierto, que han llegado por primera vez en su historia a los octavos de final de la competición, intentarán una victoria sorprendente para seguir su camino y a su vez vengar a una generación que no pudo hacer lo mismo por culpa de un pacto. Efe

Alemania vs. Austria: el partido de la vergüenza

El 24 de junio de 1982 Argelia ganó su tercer juego del grupo B ante Chile 3-2, obteniendo cuatro puntos, gracias también, a la victoria ante Alemania Federal en la primera fecha (el ganador recibía 2 puntos por juego). Al día siguiente los alemanes, para acceder a la siguiente fase, arreglaron su partido ante Austria y lo vencieron 1-0, hecho que se llamó el partido de la vergüenza.