Compartir:

El año pasado se construyeron 23 bibliotecas públicas en lugares vulnerables del país, se crearon 43 nuevos espacios culturales en distintos municipios, se abrieron 115 convocatorios para artistas y Micsur cerró con una expectativa de negocio de 10,5 millones de dólares para organizaciones culturales.

Así lo asegura el balance que entregó el Ministerio de Cultura sobre los logros de su gestión en 2016. Pese a los avances, gestores culturales del Caribe insisten en aspectos que pueden mejorar, como el presupuesto, el acceso a la cultura de comunidades necesitadas y la incorporación del arte en el currículo escolar.

Más lectura

Convertir a Colombia en un país lector fue uno de los propósitos que se fijó el ministerio desde el principio. El año pasado destinó más de $67.000 millones para ello, específicamente en el proyecto ‘Leer es mi cuento’, que busca aumentar los índices de lectura al año de 1.9 a 3.2 en 2018.

Atendiendo el mismo objetivo, entregaron 23 bibliotecas dotadas en los municipios más necesitados del país –sobre todo en escenarios del conflicto armado-, que se unen a las 158 que emprendieron desde 2010. Para ellas y la red de bibliotecas públicas se adquirieron más de 2 millones de libros.

Nuevos espacios

Los espacios culturales aumentaron sus ofertas en 19 departamentos, con la creación, renovación y fortalecimiento de 43 nuevos lugares para las artes. Y comenzaron las obras de construcción y mejoramiento de 30 más en 29 municipios, con una inversión de $17.317 millones. Entre ellos se encuentra un centro cultural en Ciénaga de Oro, Córdoba y la restauración de la Iglesia de la Concepción en Mompox, Bolívar.

Estímulos

Las artes tuvieron también impulso para la autocreación. El 2016 contó con 115 convocatorias para artistas, investigadores y gestores culturales; que representó 942 ganadores en 586 estímulos para la creación, formación y circulación de la cultura. La inversión fue de $8.800 millones. De ese total, 34 estímulos estuvieron destinados a la danza.

Por otra parte, el Programa Nacional de Concertación Cultural, a través de la convocatoria pública, entregó más de $43 mil millones para apoyar alrededor de 1.700 proyectos artísticos y culturales. Entre los que se beneficiaron 420 artistas y 119 salas de teatro y circo en 41 municipios, con un presupuesto de $5.000 millones.

Además, el Teatro Colón dejó su morada en Bogotá para recorrer 63 municipios del país –entre los cuales se encuentran algunos cuyo acceso a la cultura es limitado- con el proyecto ‘Colon itinerante’, que tuvo una audiencia de más de 19 mil personas.

En negocio

Con más de 3.800 citas y 200 compradores de Estados Unidos, Asia, Europa y Latinomérica, Colombia fue el año pasado el anfitrión de MICSUR, el Mercado de Industrias Culturales más grande de Suramérica, que se realizó en Bogotá en octubre.

Durante el evento, participantes de distintos sectores del arte pueden acceder a una amplia agenda académica, hacer presencia en los showcases de música y artes escénicas, participar en los cafés sectoriales (espacios de networking) y en la feria donde se promocionan los emprendimientos culturales y sociales.

Seiscientos empresarios de las 10 delegaciones de los países de la región hicieron parte de la convocatoria, que contó con 3.200 acreditados para el intercambio cultural. Barranquilla y el Atlántico estuvo presente con 21 agentes culturales.

Reconocimientos. La XXV Bienal Colombiana de Arquitectura y Urbanismo destacó este año cinco proyectos apoyados por Mincultura con distinciones. Como la revitalización de la Albarrada de Mompox, que fue anunciada como la propuesta ganadora en la categoría de Diseño Urbano y Paisajismo.

¿Qué hace falta?

Aunque los avances en la industria cultural van a peso lento, pero seguro, la llamada economía naranja aporta alrededor del 3.3% al Producto Interno Bruto (PIB) del país. Lo que para el sector suele ser vago si se compara con países como Estados Unidos y Francia. Por eso, gestores culturales insisten en aumentar el presupuesto anual de esta cartera.

'La inversión en cultura, para la demanda que hay, es muy muy escaso. Debería ser 5 y 6 veces más de lo estipulado. Una de las metas, precisamente, es impulsar un mejor presupuesto', expresa Néstor Martínez, gestor cultural y director de la galería La Escuela de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico.

Lo anterior que se vea reflejado en más financiación de propuestas de arte, añade Jaider Orsini, gestor cultural de la Fundación Divulgar. 'Aunque el Programa Nacional de Concertación Cultural es un gran aporte, los proyectos salen con pocos recursos y a nivel local no contamos con estos estímulos'

A eso se suma la necesidad de incrementar la actividad artística diversificando los espacios de manera equilibrada en todas las regiones del país, que 'normalmente se concentran en Bogotá'. Por ejemplo, acercando el arte a las comunidades remotas, vulnerables o con poco acceso a la cultura, como llevando el cine fuera de las salas comerciales.

En medio de un escenario de posconflicto como el que vive actualmente Colombia, la cultura se convierte en escenario obligado para el fomento de la paz. 'Una ciudad no se puede desarrollar sin una visión cultural, no existe en el mundo una ciudad sin ella. Aquí apenas estamos en construcción', dice Orsini.

Y para ello, Martínez también hace énfasis en fomentar la cultura desde niños, para sensibilizarlos en las humanidades. Ello puede ser con un impulso del arte en los currículos escolares. 'El punto es cómo permear la educación con la actividad y formación artística', concluye.