“Por las inundaciones lo hemos perdido todo”: cordobeses
Más de 25 mil personas en Córdoba se encuentran damnificadas por la ola invernal.
Bajo el agua está la casa, los cultivos de pancoger, los cuerpos de algunos animales de corral que no pudieron huir de la corriente, y todo el trabajo realizado durante los últimos 10 años. A bordo de lanchas trastean lo que se pueda cargar, también buscan ramas para la construcción de tambos en la vereda La Lucha, zona rural de Ayapel, donde padecen por las inundaciones que se han generado en los ríos San Jorge y Cauca.
Epifanía Suárez, promotora Rural de la vereda La Lucha, y líder comunitaria, asegura que apenas se estaban empezando a recuperarse de la temporada invernal del año 2010, y nuevamente se repitió la pesadilla.
“Perdimos la casa, los cultivos de arroz, de plátano, de yuca, los animales. Nos encontramos en una situación crítica en la que hemos perdido todo”, dice.
Hasta la fecha total de 25.494 personas han sido reportadas como damnificadas, equivalentes a 9.816 familias de Córdoba. Unas 5.290 ubicadas en Ayapel.
Si bien las autoridades locales y departamentales han habilitado albergues en el casco urbano de Ayapel, Epifanía se ha mantenido en su vereda, donde cada vez las aguas la arrinconan más en las pocas zonas altas que quedan.
“Nos encontramos haciendo tambos para ver el nivel del agua hasta dónde llega, porque es que desplazarse hasta el casco urbano del municipio de Ayapel incrementa nuestras penurias económicas, porque nos almacenan en esos albergues, y con los niños es muy incómodo estar”, dijo.
Epifanpía vive en una parcela de la vereda La lucha, junto a su esposo, sus ocho hijos y cuatro nietos, todos devengan el sustento de lo que producen por medio del trabajo de la tierra.
La preocupación no es para menos, pues según las autoridades, grandes volúmenes de agua del río Cauca llegarían a la ciénaga de Ayapel a través del Caño Barro y otros brazos de agua, lo que aumentaría el nivel del humedal y se inundarían las fincas, que se suman con las ya desbordadas aguas del río San Jorge.
“Inicialmente nosotros tuvimos una creciente por parte del río San Jorge, y ahora con el rompimiento del río Cauca el agua está a un nivel alto, al día de hoy las aguas se encuentran a una altura de metro y medio”, señaló.
En el campo, una de las formas de ahorro más comunes, radica en la compra de animales o generar nuevas siembras, pero en medio de la emergencia, los campesinos han tenido que malbaratar el trabajo de todos estos años solo para tener unos cuantos pesos en el bolsillo.
“Las gallinas, los novillos y los cerdos fueron vendidos, los rematamos en el mercado para buscar dinero porque estábamos apurados, pero la gente se aprovecha de la ocasión y pagan una gallina a $4 mil o a $5 mil pesos, porque no tenemos forma de mantenerlas”, lamenta.
Si bien es una situación difícil, no es la primera vez que las inundaciones arrebatan el patrimonio de Epifanía y de sus familiares.
“Nosotros hemos sufrido las inundaciones en el pasado porque vivimos las inundaciones del 2010 que fueron cuatro años bajo las agua con muy poca ayuda de los gobiernos de turno. No tenemos ni forma de llegar al casco urbano porque para eso toca alquilar unas chalupas”, indica.
La vereda La Lucha está ubicada en la orilla del caño San Matías, a unas dos horas en lancha, hasta el casco urbano de Ayapel.
“Los sistemas de captación han sido útiles en estos momentos, porque la inundación ha dañado los pozos y gracias a la captación hemos podido obtener agua limpia y segura y compartir el agua con las otras familias de la comunidad, somos 140 habitantes de la vereda que por lo menos tenemos agua para tomar”, afirma Epifanía, al referirse sobre las dificultades que afronta ella y otras 25 mil personas del departamento de Córdoba.
Entre tanto, la Gobernación de Córdoba continúa el envío de ayudas a las familias damnificadas.
De igual manera, ante la emergencia algunas organizaciones no gubernamentales, como la Federación Juvenil al Servicio de Ayapel han convocado jornadas de ayuda para las familias damnificadas, por lo que se programó una donatón para el domingo 12 de septiembre, en el Parque el Copé, de Ayapel.
¿Cómo llega el río Cauca a Córdoba?
Si bien el río San Jorge inunda diferentes sectores al paso de su cuenca en Córdoba, las autoridades aseguran que la incidencia del río Cauca incrementan las afectaciones.
Según el alcalde de Ayapel, Isidro Vergara, la tragedia incrementará, pues las poblaciones afectadas se encuentran al paso de las aguas del río Cauca, pero una vez llegue a la ciénaga, través de una extensa red de caños y arroyos, se aumentaría el nivel del humedal y se inundarían las fincas.
“Estuve en un recorrido por lo que para nosotros son las partes más vulnerables y por donde primero comienza a hacer estragos el río Cauca en nuestro municipio, sin embargo, es un panorama desolador, ya pasamos en nuestras lanchas por encima de los cultivos de arroz”, indicó.
Vergara manifestó su preocupación por el hacinamiento en algunas zonas veredales, hasta donde se han desplazado los campesinos por causa del constante incremento en el nivel de las aguas.
“Vemos infinidades de embarcaciones de trasteos donde la gente está tratando de rescatar o de salvar lo poco que tiene o lo mucho que tiene en sus casas donde las aguas tienen niveles supremamente altos”, indicó el mandatario municipal.
Si bien el río San Jorge ha causado estragos en el municipio, las autoridades consideran que son los aportes del río Cauca los que agravan la inundación en Ayapel y en los 11 municipios de La Mojana compartida con los departamentos de Sucre, y Bolívar.
“Hace días comenzó a llegar el agua del río Cauca al municipio de Ayapel, es una creciente muy fuerte. Tenemos imágenes captadas de cómo ingresa al agua por los caños, pero todavía no ha pasado nada, solamente están comenzando a entrar los niveles de agua, pero esa agua del río Cauca todavía no ha llegado a la Ciénaga de Ayapel, porque ahora es que comienza verdaderamente a alzar los niveles y es donde nosotros estamos preocupados porque sabemos que la inundación será de gran magnitud que va a dejar daños y pérdidas irreparables para nuestros campesinos”, dice.
Algunas de las familias voluntariamente han acudido a los albergues instalados en el casco urbano, mientras que otras se resisten a salir de sus terrenos inundados.
“Ya tenemos más de mil familias afectadas, hemos evacuado familias al municipios de Ayapel, reubicadas en megacolegios, pero tenemos familias que siguen aferrándose a su hogar, siguen aferrados a no salir de su tierra, a no salir de su lugar de residencia”, narró.
En Ayapel se solicitó a las autoridades que se acelere en la construcción del muro de contención que esta semana fue anunciado desde el Gobierno nacional.
"Es una petición al Gobierno para que por favor que los trabajos que se van a hacer en el sector Cara e’ Gato sobre el río Cauca sean lo más pronto posible, que no se duren esos 80 días que están pidiendo para hacer esta obra, porque entre más demore para comenzar más desbordamiento vamos a tener”, dice.
La Mojana es una extensión de aproximadamente 500 mil hectáreas de tierras, considerada como uno de los terrenos con más alto nivel de capa vegetal en el mundo, productor del 20 por ciento del arroz que se consume en el país.
“Nuestra Ciénaga de Ayapel es patrimonio Ramsar de la Humanidad, que nuevamente con este desbordamiento del río Cauca va a perder todo el proceso que venía haciendo de descontaminación”, indica el mandatario local.
Ayapel tiene 43 mil hectáreas en la ciénaga, que surten también al sector ganadero con un censo de 107 mil animales, de los cuales unos 25 mil no tienen dónde pastar por causa de las inundaciones.
“Tenemos que hacer énfasis en todo el drama que tienen los campesinos con el ganado, les están cobrando $35 mil pesos por cabeza de ganado mensual para pasto, cómo pagarán nuestros campesinos esas cifras tan exorbitantes”, indica.
Las autoridades estiman que unas de 25 mil hectáreas de pancoger se perderán. En Córdoba también se generan afectaciones por causa del río Sinú, que inunda a extensas poblaciones de Lorica, con 1.691 familias, y Montería, con 154.
“Y ni hablar de todo lo que tiene que ver con aves de corral que en su mayoría no pudieron ser sacadas, lo que es más desolador ver las casas solas y los animales ahogados en el agua esta tragedia es igual o mayor a las tragedias grandes que hemos tenido en este país”, puntualizó.