En Montería son contadas las personas que conocen a Marta Dereix Martínez, primera esposa del excomandante paramilitar Salvatore Mancuso, extraditado a Estados Unidos.
Hasta ahora su nombre ha salido a la luz pública, tras ser capturada en su vivienda ubicada al norte de la capital cordobesa. Además, por la medida de aseguramiento que le dictó la juez novena penal municipal de Bogotá con función de garantías, Elizabeth Araújo.
Antes, cuando estuvo con el comandante de las AUC, nada se sabía de ella porque todo el tiempo, según los que la conocen, se dedicaba exclusivamente al rol de madre y esposa en la distancia, toda vez que su compañero permanecía en las montañas del Paramillo.
Marta está asegurada en la cárcel Las Mercedes de Montería, después que la Fiscalía la señalara junto a otras 12 personas de la costa, como responsable del delito de concierto para delinquir y enriquecimiento ilícito, con presuntos vínculos con Enilce López, la empresaria del chance conocida como La Gata, quien habría lavado dineros de Mancuso. Sin embargo, este último lo negó, a través de una comunicación enviada desde Virginia, Estados Unidos.
'Es una mujer que no se mete con nadie, de excelentes calidades humanas, excelente ser, casi no la conocen y ella tampoco conoce a nadie. Quizá lo que le está pasando sea una cuenta de cobro de los enemigos de Mancuso', sostiene una spersona que la conoce desde hace muchos años.
A ella se le describe como 'una mujer bonita'. Dicen que su aspecto físico —de ascendencia francesa— no le exige mucho lujo y menos maquillaje.
Dereix Martínez es hija de Luis Dereix y Eunises Martínez. Ella, campesina de la región que limita a Montería con Tierralta y él, un inmigrante francés maderero que llegó a Córdoba a comienzos del siglo pasado y que precisamente se quedó en la misma zona de donde es su esposa. Allí adquirió con su labor comercial y de ganadero la finca Veracruz, cerca del corregimiento Tres Piedras, en Montería.
En esa zona precisamente es donde, según narran algunos alleganos, ella se conoce con Mancuso, siendo aún un mediano ganadero e hijo de industriales que llega a la región en sus primeros acercamientos con las AUC, que en ese momento eran comandadas por los hermanos Castaño Gil.
Es la menor de ocho hermanos que crecieron posteriormente en la enorme casa de los Dereix en el barrio Costa de Oro, en Montería, vecina al hospital San Jerónimo y al Cuerpo de Bomberos.
La describen como buena ama de casa, de las que, suele meterse a la cocina a ayudar en las labores. Prefiere preparar ella misma la comida que ofrece a su familia cada 17 de febrero en su cumpleaños.
Se casó con Mancuso siendo menor de edad. Hoy cuenta con 47 años que, según dice una fuente, parecen menos por la forma como se ha conservado. No toma, no fuma y hace poca vida nocturna. Solo va a reuniones de su familia.
Es madre de tres hijos a los que les dedicó todo su tiempo. Tiene tres nietos, dos niñas y un niño, hijos de Jean Louis, su hijo mayor. Los otros dos son: Jean Pool y Jean Lucas.
'Marta es introvertida, seria, seca, callada, sensible, de pocas amistades, encerrada en su mundo de madre, ama a sus hijos por sobre todo, excelente esposa, muy familiar, no es una mujer de tragos, menos de fiestas o parrandas. Es muy de su casa, sencilla, porque no necesita lujos', relata otra persona de las pocas que la conocen.
Sus allegados destacan 'su estatura, su cabello negro, su elegancia y el buen gusto que muestra en detalles tales como los bolsos y accesorios que usa y que le apasionan al igual que los perfumes'.
En Montería se le veía muy poco, excepto cuando de entrada por salida verificaba algunos temas de finca, con la autonomía que le daba ser administradora de empresas agropecuarias. Nunca ha utilizado la tecnología de las redes sociales, incluso, no tiene Facebook.
'Para mí fue una sorpresa ver esas noticias, porque así como la describe la Fiscalía no es, esa no es la persona que conocemos. Me atrevo a decir que es una equivocación', manifiesta una fuente.
Advierte que mientras Mancuso estaba en el monte, ella se dedicaba a su casa, procurando que todo estuviera ordenando, principalmente la ropa de sus tres hijos y la comida, pese a tener dos empleadas.
'No tiene vida social, nunca la hizo, porque se casó siendo niña. Tampoco es mujer de viajes', sostiene la persona. Los pocos sitios que frecuentó en Montería fueron el centro comercial Alamedas del Sinú y un restaurante con especialidad en hamburguesas, en el norte, no muy lejos de su casa.
Lo hacía preferiblemente con dos amigas muy cercanas en un vehículo tipo camioneta. Manejaba ella misma, sin escolta. Ha sido una mujer modesta, dicen que su casa es sencilla por dentro, aunque por fuera sea una de las más llamativas del exclusivo sector La Castellana, norte de Montería.
Esa misma vivienda en el 2007 fue objeto de allanamiento por parte de la Sijín y la Fiscalía, cuando Mancuso precisamente acababa de entregar las armas en el proceso de paz.