
Los mosaicos de la Billos, constituyen un compendio de piezas musicales y estilos en un solo fragmento, alternándose vocalistas, cada uno a su estilo, interpretando boleros, sones, guarachas, variando estas con merengues y congas.
Dichos compendios musicales reflejan entre otros varios tópicos en relación al amor, a la mujer, a la guaracha y a ciertas festividades, en un marco cambiante y de modernización de la ciudad caraqueña, adoptando una cronología a partir del año 1960 -31 de agosto-, cuando comenzó con el mosaico No. 1 en las voces de Felipe Pirela y Cheo García, con los temas: A) Ojos Malvados. B) Negra Leonor. C) Letargo. D). Para Vigo me Voy y E) Los Componedores. Enfatizándose aquí precisamente, el exitoso dueto de Felipe Pirela y Cheo García. Pirela, considerado como ícono del bolero (El Bolerista de América), con conmovedora y educada voz, además de timbre de voz única, hasta el punto que el maestro Billo, le expresó: “usted canta como los ángeles”. Y Cheo García, quien con maestría conocía la picardía de la guaracha por su afinado timbre de voz.
Los mosaicos fueron una genialidad de Luis María Frómeta Pereyra -Billo-, quien fue exquisito a la hora de seleccionar las voces de su orquesta. Y a guisa de ejemplos, puntualizamos lo anotado arriba y en cuanto a lo reflejado en los temas que integraron los mosaicos, seleccionando lo siguiente: en cuanto al amor, las piezas: Cuando Vuelvas (mosaico No. 3/Felipe Pirela), No hay como Tu (mosaico No. 4) y Frenesí (mosaico No. 7/Felipe Pirela). En lo referente a la Mujer: Negra Leonor (mosaico No. 1/ Cheo García), Palabras de Mujer (mosaico No.2/Felipe Pirela) y Maribal (mosaico No. 10/ Felipe Pirela). Y en lo tocante al ritmo de la guaracha y festividades: Parampampin (mosaico No. 3/Cheo García), Guarachona (mosaico No. 4/Cheo García) y Carnaval del Uruguay (Mosaico No. 8/ Cheo García)
Vale destacar, que los mosaicos Billos tuvieron mucho eco en esta ciudad, tanto en la escucha, como en el baile, y su impacto fue tan notorio, que envolvía las parejas entre diversidad de géneros musicales, de tal manera, que tarareaban las letras con un sentir profundo en el alma, tanto en fiestas sociales, como en casetas o salones de baile.
Finalmente, en el bolero, Cuando Vuelvas, registra parte de la letra: “cuando vuelvas, nuestro huerto tendrá rosas y estará la primavera floreciendo para ti”. Denotando, la delicadeza de la fusión entre el amor y la naturaleza de manera espléndida Y en el tema Parampampin, Cheo García, demuestra su excelencia guarachera al cantar “con tu cara de parampampin, bim bum bam. Yo te visto con María guarachando en el solar”, con un soberbio coro y una percusión y piano inolvidable, atizando Cheo su voz: “dímelo compai “. En suma, los mosaicos Billos, se pueden categorizar a todas luces, como una compilación musical que articuló lo romántico con lo bailable de una manera seductora, protagonizada por una orquesta de talla internacional y con estilo propio, retroalimentándose con el legado de la Casino de la Playa, Glenn Miller y Fletcher Henderson.
Edgardo Enrique Salebe Morr.
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