Estoy dirigiendo una conferencia sobre liderazgo y trabajo en equipo, y durante unos minutos de descanso es imposible que no surjan las preguntas sobre el fútbol y Junior.
Ante una inquietud de los asistentes sobre los marcadores de punta del Liverpool, Trent Alexander-Arnold y Robertson, me extiendo porque creo que son un valor agregado. Son determinantes y muy influyentes en esa avasallante vocación ofensiva que lo identifica. Mi respuesta se amplía a la importancia de los marcadores de punta en los mejores equipos. En estos ya no son una opción de ataque, sino una obligación.
“¿Y en el Junior cuáles han sido los mejores?”. Me interrogan. De tantos buenos marcadores de punta que vistieron la camiseta del equipo barranquillero, le mencioné cinco que, a mi juicio, son de los mejores.
Juan Carlos Abello.
Era un delantero o medio ofensivo con una gran condición técnica y potente remate, pero se transformó en marcador de punta porque en aquellas épocas los extranjeros, mayormente, ocupaban esos puestos. Pero desde ahí siguió dándole salida al equipo y llenando de centros el área rival. Su desgano por el rigor del fútbol profesional fuera de la cancha jamás menguó su vitalidad dentro de ella.
Hayder Palacio.
El marcador de punta con más goles en la historia de Junior. Y ese es un valor diferencial indiscutible. La constancia le permitió mejorar permanentemente. Sus remates y su regularidad fueron virtudes que lo identificaron.
Óscar Bolaño.
Emblemático, histórico del Junior bicampeón (77-80). Agresivo en marca. Sus piernas ‘genu varum’ (arqueadas, curvas) le favorecieron para robar balones a los delanteros. Sus cierres salvaron situaciones de gol. Valiente. Peleón. Su pequeña estatura era inversamente proporcional a su carácter.
Jesús ‘Toto’ Rubio.
Jugador de alta calidad. Elegante. Inteligente para definir con estética y eficacia. Fue su sello aquel hamaqueo, pasando la pierna por encima del balón haciéndole creer al contrario que iba hacía un lado y seguía al lado contrario.
Wilson Pérez.
Poseía todas las condiciones y virtudes de los anteriores, pero él fue capaz de hacerlo como marcador derecho y como marcador izquierdo. Fue tan bueno marcando como Bolaño y tan bueno atacando como Abello. Tan técnico como ‘Toto’, y tan rematador como Hayder. Poseía Manejo de mediocampista y soluciones de delantero, porque lo fue en el fútbol aficionado.
Y antes de reiniciar el tema central de la conferencia les digo que a aquel “dime quiénes son tus mediocampistas y te diré cómo juegas” hay que agregarle “dime quiénes son tus marcadores y te diré cómo atacas”.