Es bien extraño lo que está pasando. Llegó la Navidad, los arbolitos y pesebres ya destellan con sus luces de colores, mañana será la Noche de las Velitas en homenaje a la Virgen Inmaculada, escucharemos las Cuatro Fiestas, extrañamente Junior no juega, pero se juega una final inédita entre Pereira y DIM y está en pleno apogeo el Mundial de fútbol en Catar.

Aún está dando vuelta el Covid que trajo tantas tristezas y despedidas, pero decidimos vivir entre la amenaza y la prevención. Hace dos años estábamos encerrados y viviendo en ciudades fantasmas. Esto para recordar que la vida sigue. Estando o no, el reloj marca el avance del tiempo y mientras dividimos ese tiempo, entre Navidad y Mundial, en el Junior se está confeccionando el plantel 2023.

Esta vez, como casi nunca, están prohibidas las equivocaciones. Pocos equipos en Colombia viven con la sensación de poder contratar a los mejores jugadores. Por eso hay que procurar eso: traer a los mejores. Hay que invertir el dinero de la mejor manera para que traiga consigo la décima estrella y hasta la Sudamericana.

En estos tiempos, en que el mundo es un pañuelo, donde todo se puede averiguar con solo dar un clic, es fácil buscar el nombre de un jugador. Allí, en la maraña de informaciones en Internet, se consigue todo. Las estadísticas, los equipos donde jugó, lo que hizo, si triunfó o fracasó.

Esto para que no les metan a los dueños esos jugadores que vienen y pasan llevándose los bolsillos llenos y olvidándose, al subirse al avión de vuelta, que alguna vez estuvieron en Junior y vivieron en Barranquilla.

Siempre habíamos hablado del tan cacareado espulgue. Todos los años de fracasos invocábamos lo mismo, hay que hacer un barrido de jugadores. Pues bien, esta vez se ha hecho y se seguirá haciendo pues, a la par de los siete que ya fueron anunciados, se les está consiguiendo equipos a otros. Igual, Junior deberá pagar parte o todo su salario para que puedan salir.

El tema es que no se puede sacar a todos, como dicen algunos. No se puede quedar el DT Reyes sin una base. No todos los miembros de la plantilla quedaron en deuda.

Es bien difícil montar un equipo con 30 jugadores nuevos. Pero sí es saludable contratar en las posiciones que se necesitan. No traer un “camionao” de futbolistas sino contratar para las posiciones que se requieran y que sean futbolistas conocidos.

En palabras más sencillas hay que acabar con los jugadores fantasmas. Esos que recomiendan agentes y técnicos pero que nada aportan y se quedan un año o dos aquí con su carita lavada, sin vergüenza.

Y vamos que vamos a armar un Junior que nos llene de alegrías y títulos. Nada impide que así sea…