¿Quién dijo que bostezar era síntoma de aburrimiento o una descortesía? Cada vez que bostezamos pedimos disculpas porque supuestamente estamos incurriendo en una falta de educación. Sin embargo, un nuevo estudio científico llegó a la curiosa conclusión de que el bostezo es señal de empatía, y es contagioso no solo en las personas, sino hasta en los animales. Por lo tanto, la próxima vez que asista a una reunión, le recomendamos bostezar continuamente para demostrar su empatía con quienes lo rodean. Anteriormente, suspirar al paso de una chica exuberante era un piropo. Hoy, con la nueva teoría, en vez de un suspiro, se dará un prolongado bostezo; pero no podemos predecir cómo reaccionará la muchacha ante tan inesperada actitud. Aunque esta nueva teoría no es fácil de aceptar, doy fe de que hay algo de cierto en todo esto, a juzgar por lo que me sucede cuando estoy con mi señora de noche viendo televisión, pues me cae una bostezadera que no puedo aguantar y ella inmediatamente me dice: “¿Qué te pasa?, ¿estás aburrido?” Pero yo, conociendo lo que, según la nueva teoría, significa realmente el bostezo, le respondo: “No, mi amor, ¿cómo se te ocurre?; lo que pasa es que estoy totalmente extasiado contigo, por eso bostezo tanto”. Pero ella no tarda en contagiarse y empieza también a bostezar, y así ambos terminamos en una permanente retreta de bostezos, señal de gran empatía y amor. Y es más: hasta Moncho, nuestro fiel perrito, que siempre nos acompaña, se contagia y se une al concierto de bostezos de amor de cada noche, formando con nosotros un hermoso trío romántico. Viendo a Moncho bostezar, recordamos aquel dicho popular tan nuestro y ya olvidado: ”No es cualquier bostezo ‘e perro”.

Antonioacelia32@hotmail.com