El Festival de Cine de Cannes se caracteriza por presentar un cine que refleja los problemas sociales que aquejan al mundo entero, y las películas seleccionadas este año así lo confirman. En competencia por la Palma de Oro, el único film latino-americano es Chronic de Michel Franco (México), pero otras categorías tienen mas representación latinoamericana, destacándose Colombia con cuatro películas.

En primera instancia, Alias María, de José Luis Rúgeles, que inauguró el 55 Festival Internacional de Cine de Cartagena, participa en Un Certain Regard, la segunda categoría más importante del festival, que muestra películas con visión y estilo innovador. La cinta trata sobre el conflicto armado en Colombia, y cuestiona los abusos de la guerra desde la mirada de una niña de 13 años que está decidiendo qué hacer con su embarazo. Otras películas colombianas que participaron previamente en esta sección son: Cóndores no entierran todos los días, de Francisco Norden (1984); Los viajes del viento, de Ciro Guerra (2009) y La playa, de Juan Andrés Arango (2012). El jurado de Un Certain Regard estará presidido por la actriz ítalo-americana Isabella Rosellini.

La tierra y la sombra, ópera prima de César Acevedo, hará parte de la Semana de la Crítica, una sección paralela donde competirá por la Cámara de Oro. Trata sobre la vida de un campesino que retorna a casa después de una larga ausencia, y maneja la temática del apego y el abandono a la tierra. Fue filmada en una plantación de caña de azúcar en el Valle del Cauca utilizando actores locales. En esta categoría, reservada para primeras y segundas producciones, solo participa otra película latinoamericana Paulina, del argentino Santiago Mitre, con un contenido político bastante polémico. El jurado estará presidido por la actriz israelí Ronit Elkabetz.

El la Quincena de Realizadores, evento paralelo que se caracteriza por presentar un cine innovador y atrevido, se presentará El abrazo de la serpiente, de Ciro Guerra (Los viajes del viento, 2009), la única representación latinoamericana. Esta película filmada en la selva amazónica trata de la relación de un chamán, único sobreviviente de su tribu, y dos científicos que recorren el Amazonas en busca de una planta sagrada.

La película está inspirada en los diarios de Theodor Koch-Grunberg y Richard Evan Schultes, exploradores que recorrieron y exploraron el caudaloso río.

Por último, El concursante, de Carlos Osuna, se presenta en L’Atelier, que cumple su edición número 11, y hace parte de Cinefondation, cuyo objetivo es impulsar las generaciones de nuevos cineastas.

El jurado será presidido por el mauritano Abderrahmane Sissako, director de Timbuktu (2014), que participó en Cannes en 2014 y fue reseñada recientemente en esta columna.

Trata un tema muy universal como es el de los concursantes que nunca ganan, los que no son escogidos, los que se resignan porque aunque se esfuercen, las leyes del azar los traicionan.